El CSD teme que el laboratorio antidopaje de Madrid pierda su homologación ante el COI

El Consejo Superior de Deportes (CSD) se ha visto obligado a efectuar gestiones al más alto nivel para intentar evitar que el laboratorio antidopaje de Madrid pierda su homologación ante el Comité Olímpico Internacional (COI) cuando se produzca próximamente la reunión de la comisión bioquímica de dicho organismo. Un hecho semejante supondría un grave desprestigio para la Administración deportiva española, que siempre había mostrado su orgullo por su laboratorio. Sólo 20 laboratorios gozan de la plena confianza del COI, confianza que se renueva semestralmente. Dos de ellos operan en España, el de Madrid, gestionado por el CSD, y el de Barcelona, dependiente del Ayuntamiento.

La posibilidad de que el laboratorio antidopaje de Madrid perdiera su credencial ante el COI comenzó a vislumbrarse hace unas semanas, cuando el alemán Manfred Donike, secretario, de la subcomisión bioquímica del COI, dependiente de la comisión médica, y director del Instituto de Colonia, filtró su descontento con la forma en que operaba dicho laboratorio. Tal descontento, que no es nuevo, procedía de varias circunstancias: Una, que el laboratorio de Madrid no cobra por sus servicios, hecho que sí hacen los demás a excepción de los que operan en países del Este de Europa. Dos, que el laboratorio de Madrid, en opinión de Donike, se ha inmiscuido en las actividades de otros laboratorios impidiendo que alguno de éstos pudiera trabajar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados hace unos meses, y por tanto pudiera cobrar por dicho servicio. Otro argumento, éste menos probable, estaría en que el laboratorio de Madrid no pasase las pruebas científicas a que ha sido sometido la última vez

20 centros

Sólo 20 laboratorios trabajan en el mundo con la plena confianza del COI, dos de ellos en España (Madrid y Barcelona). Otros centros están catalogados en lo que podría considerarse como categorías inferiores -en Fase 1, que no pueden controlar pruebas internacionales, y en Fase 2, que ni siquiera puedan efectuar contraanálisis de otros análisis-. Para mantenerse en la primera categoría, un laboratorio ha de superar cada seis meses unas difíciles pruebas científicas, a partir de muestras ciegas de orina que les envía el departamento de bioquímica del COI. Los laboratorios en cuestión han de averiguar, primero, qué sustancias prohibidas hay en esas muestras y explicar, posteriormente, qué métodos han empleado para obtener sus conclusiones. Precisamente sobre este segundo apartado hoy estaba prevista una de las dos reuniones anuales en las que se discute la idoneidad de las respuestas enviadas. Pero ha sido aplazada sin que se conozcan los motivos.La reputación internacional de un laboratorio depende mucho de no sufrir ningún percance con la credencial del COI. Por dicho motivo, las desavenencias entre los gestores del de Madrid y Manfred Donike pueden provocar una descalificacíón con desagradables consecuencias. a la vista de que es la administración deportiva española, y no una entidad privada, quien gestiona el laboratorio de Madrid y teniendo en cuenta además la proximidad de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Disputas internas

La reunión sobre la renovación de las respectivas credenciales inicialmente prevista para hoy en Colonia había originado una intensificación de gestiones al más alto nivel por parte del secretario de Estado para el Deporte, Javier Gómez Navarro y del director general, Rafael Cortés. La pérdida de categoría del laboratorio supondría un gran revés para el CSD.Otro aspecto es el relativo a la competencia que ha existido últimamente entre los laboratorios de Madrid y Barcelona, que ha dado lugar a algunas fricciones. El de Barcelona cobra por sus servicios, que es lo que hace la mayoría y le permite tener una mejor consideración entre sus colegas, mientras el de Madrid es gratuito.

En el caso de los Juegos Centroamericanos, celebrados en México, el no cobrar por parte del laboratorio madrileño tenía la razón añadida de la vinculación con Hispanoamérica. Por otro lado, el laboratorio de Madrid ha intentado sin éxito que el de Barcelona delegase alguna competencia para los Juegos de 1992.