El jefe de las fuerzas de EE UU, contrario a la destrucción de Irak

El general Norman Schwarzkopf, comandante de las fuerzas estadounidenses en la península Arábiga, está seguro de que sus tropas podrían arrasar Irak, pero cree que la destrucción de este país sería negativa para "el equilibrio de poderes en la región". En una entrevista con el periódico The New York Times, Schwarzkopf afirma que, para lograr la paz existen alternativas mejores que la entrada en Bagdad para destruirlo todo", y opina que una guerra no es inminente. El presidente Bush confirmó ayer que celebrará el Día de Acción de Gracias (22 de noviembre) en Arabia Saudí con sus soldados.

Schwarzkopf, que llegó a Riad a finales de agosto para tomar el mando de más de 210.000 soldados norteamericanos en Arabia Saudí y en la región del Golfo, admite que la guerra podría estallar "en cualquier momento", aunque no considera inminente una acción militar.Ayer se anunció oficialmente en Washington, informa Carlos Mendo, que Bush estará con las tropas el 22 de noviembre, al finalizar una gira diplomática que le llevará a Egipto, Checoslovaquia, Alemania, París -para asistir a la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa- y, finalmente, a Arabia Saudí.

Schwarzkopf ha recomendado al Pentágono que las unidades de combate norteamericanas en el desierto sean relevadas cada seis u ocho meses. Con estos relevos, el Ejército de EE UU pretende "preservar la moral de combate".

El general norteamericano expresa en la entrevista su escepticismo sobre el poder real del Ejército de Irak. "Los misiles iraquíes tendrían un efecto muy modesto en el desarrollo de cualquier batalla", aseguró.

Periodistas occidentales visitaron ayer a algunos de los rehenes -estadounidenses, británicos, australianos, japonesesque Sadam Husein mantiene en lugares estratégicos de Irak. Los extranjeros retenidos declararon ser bien tratados en general, pero se quejaron de su incomunicación con el mundo exterior.

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