'Narcos', tercera generación

"Aunque la Operación Mago fue un buen golpe, el narcotráfico no se ha erradicado en la ría de Arosa. La entrada de la droga ha cambiado de escenario, pero muchos presuntos implicados en el negocio siguen en la comarca", explicaba la pasada semana el gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada, en conversación con EL PAÍS.Palabras proféticas. Cuatro meses después de la gran redada dirigida por el juez Baltasar Garzón, las tres detenciones de ayer en Cambados -relacionadas con el alijo de más de 1.000 kilos de cocaína en Madrid- demuestran que las sospechas policiales iban por buen camino. Desde la ría pontevedresa se siguen moviendo hilos del narcotráfico, negocio en el que ha entrado una nueva generación de jóvenes. Son los nietos de los contrabandistas de tabaco e hijos de quienes comenzaron a alternar el Winston con el hachís y el más rentable polvo blanco.

Duros e intrépidos, estos jóvenes actúan por su cuenta, escindidos de los clanes clásicos. Han sabido aprovechar, rápidamente, el hueco dejado por los detenidos el pasado 12 de junio. La costa norte de Galicia, el Cantábrico y Portugal figuran en las actuales rutas de entrada de droga. Mientras tanto, en la comarca crece la contestación social ante la droga, problema que golpea duramente a la juventud arosana. Tal vez por ello, las cuatro bombas -sin víctimas- que colocó el Exército Guerrilleiro (EG-PGC) hace una semana en establecimientos de la zona propiedad de presuntos narcotraficantes no encontraron mucho lamento. Los arosanos siguen pensando que el contrabando de tabaco no es tan malo. Sin embargo, "la droga es otra cosa, ésa mata". Otros sin embargo, ven al narcotráfico como una fuente de prosperidad.