Muchos problemas para Cardús en los entrenamientos de Australia
La carrera decisiva del Mundial de 250cc entre Carlos Cardús (Honda) y John Kocinski (Yamaha), separados únicamente por cinco puntos en la clasificación general, se habrá disputado ya esta madrugada. Ayer, en los últimos entrenamientos, Cardús tuvo muchos problemas, y acabó en la ségunda línea de la parrilla de salida. Su máximo rival, Kocinski, debía partir en la primera plaza.
Carlos Cardús, que empezó superando de forma espectacular a Kocinski en los ensayos libres del pasado jueves, terminó seriamente humillado en las cuatro tandas de entrenamientos oficiales, las que valen, por el pupilo de Kenny Roberts. Kocinski partió desde el primer puesto de la parrilla de salida de dos y medio (1.37.531) mientras Cardús lo hacía desde la segunda fila al conseguir únicamente el séptimo registro (1.38.809.. Los pésimos ensayos de Cardús, que él justificó hablando de problemas de suspensión y neumáticos e, incluso, al final, de alguna avería en el motor, añadieron aún mayor incertidumbre a la carrera, ya que por delante del piloto de Tiana (Barcelona) se situaron hombres hambrientos de victoria como son el australiano Darrel Beattie -a quien Honda colocó ahí para ganar la prueba e impedir así que Kocinski sumara demasiados puntos-, el italiano Luca Cadalora (Yamaha), 61 alemán occidental Helmut Brad1 (Honda), el holandés Wilco Zeelenberg (Honda) y el suizo Jacques Cornu (Honda).
Ayudas
Todos los pilotos de Honda (Beattie, Bradl, Zeelenberg, Cornu, Sarron y Shimizu) reconocieron que, pese a no recibir órdenes de la fábrica, intentarían ayudar a Cardús. Cadalora, la única Yamaha que puede ayudar a Kociriski, ha asegurado que desea ganar la carrera. "Ganar un gran premio es muy difícil, muy duro, y si estoy en cabeza no voy a desperdiciar la oportunidad".
Cardús asegura que saldrá a ganar, pero hay quien cree que pensará más en el segundo puesto que en la victoria, máxime después de semejantes entrenamientos. Cadalora y Bradi también quieren vencer, y a Kocinski no le queda más remedio que alcanzar el puesto más alto del cajón. "Todo ha salido a pedir de boca en los entrenamientos, ahora sólo me resta ganar el gran premio y esperar a ver qué hacen los demás y, por supuesto, Cardús". "No me queda otro remedio que salir a ganar. Si gano habré cumplido con mi trabajo. No puedo hacer nada mejor que ganar".
Phillip Island también decidirá el campeón de 125cc donde el alemán Stefan Prein (Honda), que partirá desde la cuarta posición en la parrilla, cuenta con ligera ventaja de siete puntos sobre el jovencisimo italiano Loris Capirossi (Honda), que de lograr el título sustituiría a Crivillé en el libro de récords. El tercer candidato, el holandés Hans Spaan (Honda), tercero en el Mundial a nueve puntos de Prein, consiguió ayer la pole position (primer puesto en la parrilla) en los entrenamientos.
Las manos mágicas
El éxito de Carlos Cardús, que puede o no verse recompensado definitivamente con un título mundial, se centra en la construcción de un equipo a su medida, repleto de profesionales cuyo único objetivo es crear el mejor ambiente posible en su entorno. Dos son las personas claves en este sentido: su esposa, Silvia Abella, y el técnico norteamericano George Vukmanowich. Dos estilos totalmente distintos, pues a la simpatía de Silvia se une la dureza en el rostro y maneras de Vukmanowich, capaz de sacar a empujones del taller al primer fotógrafo o cámara de televisión que se atreva a cruzar la puerta en el momento más inoportuno.A partir del Gran Premio de Alemania -quinta prueba del Mundial-, Cardús decidió la contratación de un quiromasajista. Así llegó Luis Vicente a las motos, un experto profesional que se había entretenido colaborando con equipos de la categoría regional de fútbol. Llegar Vicente y empezar a ganar CardiÍs fue todo uno. Ganó en Yugoslavia, Francia, Suecia y Checoslovaquia, pero Vicente, claro, considera que se trata de una simple coincidencia: "Hubiese ganado igual sin mí, pues esas victorias son fruto de su profesionalidad, del trabajo de su equipo y de su categoría como piloto".
Vicente tiene dos misiones muy concretadas en el seno del equipo. Por un lado, intenta que el cuerpo de Cardús -"un fisico excelente, digno de un levantador de pesas, con músculos fuertes y cortos"- se encuentre al cien por cien y para ello maneja las manos como pocos. Su segunda misión con.siste en realizar ejercicios de relajación y mentalización instantes antes de que se inicie la carrera. "Con el último que habla siempre es conmigo", señala Vicente, "y tal vez yo. haya participado en la recuperación de esa confianza que parecía haber perdido".
Vicente defiende a capa y espada a Cardús. "Es muy inteligente, mucho más de lo que muchos creen. Y lo es sobre la moto. Tiene unas condiciones innatas para ser campeón. Lo que él hace sobre la moto es arte, de eso no me cabe ninguna duda. Sabe lo que ha de hacer en una carrera y cuando debe hacerlo. Ffisica y psicológicamente está preparado para ser campeón".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.