España se impone a un Brasil muy devaluado
España ganó a Brasil en un partido en el que sólo cabe destacar el resultado. La selección española tuvo en frente un rival que defraudó totalmente, aburrió a los espectadores y contagió su ritmo lento al conjunto que entrena Luis Suárez. La categoría demostrada por esta selección brasileña sobre el terreno de juego impidió valorar los resultados de las pruebas realizadas en el equipo español.Los dos equipos, principalmente Brasil, se tomaron el partido desde su inicio como una cita de trámite. El encuentro, en su primera parte, careció de emoción y de entrega en el juego. La selección brasileña actuó con tanta calma que fue lógico su desafortunado juego en el debú de su nuevo técnico, el ex jugador Falcao. También fue muy pobre el estreno internacional de los futbolistas brasileños. Les pesé demasiado la inexperiencia. Brasil no se aproximó ni se pareció en nada a la selección de un país tricampeón del mundo. La nueva selección brasileña que se presentó en Gijón resultó un equipo camuflado en comparación con Sus mejores futbolistas, exportados como estrellas a los ricos equipos europeos. Ni siquiera en esta ocasión jugó con su uniforme habitual de los colores de la bandera brasileña, el verde y el amarillo.
El pésimo partido de Brasil facilitó, por otro lado, el juego de España, favorecido además con el temprano gol de Carlos, un debutante que se movió en la demarcación de delantero centro nato. La selección española se situó mejor sobre el terreno de juego, aunque con los favores brasileños cualquier resultado de los experimentos ordenados por su técnico quedan en agua de borrajas. El juego de España evidenció una mejor colocación, de sus hombres con respecto al Mundial de Italia. Las posiciones de Rafa Paz y Goikoetxea como falsos laterales, con instrucciones de correr sus respectivas bandas, originó un claro dominio del equipo español. La presencia de Bango, otro debutante, en el lugar de Rafa Paz, no fue tan brillante porque en su equipo, el Oviedo, juega en otra posición.
La selección española estrenó defensa, en la que Nando, nuevo también esta noche en la selección, y su compañero de equipo Serna, fueron los marcadores, mientras Sanchis se colocó de hombre libre. La actuación brasileña no les puso a prueba más que en un par de ocasiones, las únicas en que el conjunto suramericano creó algún peligro, el último de ellos al estrellar Nilson un balón en el poste de Zubizarreta cuando éste ya estaba superado.
Los dos equipos realizaron un mediocre partido, sobre todo Brasil, que se limitó a cobrar 25 millones de pesetas por saltar al terreno de juego y hacer, turismo gratis por Asturias. España mereció el triunfo porque creó más ocasiones de peligro y porque fue el único equipo que se tomó con una cierta seriedad este trámite.
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