Leguina quiere negociar con los hombres próximos a Guerra y potenciar la democracia interna
Joaquín Leguina, secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), planteó ayer, una negociación directa con los hombres de confianza de Alfonso Guerra en la dirección del PSOE y de la FSM para reconducir la pugna personal hacia un debate sobre la democracia interna del partido en el próximo congreso federal. Leguina está dispuesto a un acuerdo que incluya la composición de la futura ejecutiva regional madrileña. Con la presencia de Javier Solana, Joaquín Almunia y José Barrionuevo en la reunión presidida por Leguina el pasado martes son siete los ministros que se han alineado frente a Guerra.
El presidente de la Comunidad de Madrid propuso ayer a Txiki Benegas, secretario de organización del PSOE, posponer la celebración de la reunión que éste había anunciado para hoy con presencia suya, de Acosta y Juan Barranco, y reclamó que la cita incluyera a más dirigentes nacionales y madrileños. El secretario general de la FSM quiere que asistan también a la reunión, que probablemente se celebrará mañana, tanto José María Maravall, ex ministro de Educación y afín a Felipe González, como los hombres de confianza que tiene Alfonso Guerra en la cúpula de la Federación Socialista Madrileña. Entre éstos destacan el secretario de Estado para la Administración Pública, Teófilo Serrano, y el diputado Luis Pérez.Joaquín Leguina pretende de este modo discutir directamente con quienes considera genuinos representantes de Guerra y reconducir la actual pugna entre personas hacia un debate sobre cómo profundizar la democracia interna del PSOE y cómo recuperar votos en las grandes ciudades.
Txiki Benegas decidió convocar una reunión conjunta con Leguina, Acosta y Barranco después de haber conversado personalmente el martes con el ex alcalde de Madrid y el presidente de la Comunidad. Éste tomó la iniciativa de acudir a la sede nacional del PSOE para quejarse ante Benegas de que un miembro de la ejecutiva federal, como es Acosta, promueva una batalla por el poder en la Federación Socialista Madrileña y se beneficie de la absoluta pasividad del máximo órgano del partido. Tanto él como Barranco coincidieron en advertir al número tres del PSOE de la gravedad de la batalla política desatada en la FSM.
La presencia de tres ministros -Javier Solana, amigo personal de Felipe González, Joaquín Almunia y José Barrionuevo- en la asamblea presidida por Leguina constituyó un acontecimiento sin precedentes -en una batalla interna del PSOE y un alineamiento público frente al vicepresidente del Gobierno. Una actitud en la que han venido a coincidir, en el plazo de un mes y medio, Carlos Solchaga, ministro de Economía; Claudio Aranzadi, ministro de Industria y persona de absoluta confianza de Solchaga; Jorge Semprún, ministro de Cultura, y Carlos Romero, ministro de Agricultura.
El ex alcalde de Madrid Juan Barranco comentó ayer a este respecto que "hay también gente que más que, apoyar a Joaquín Leguina está aprovechando la ocasión para atacar a Alfonso Guerra". Barranco se está esforzando en no aparecer involucrado en e 1 enfrentamiento, lo que es interpretado como un intento de reservar se para mejor ocasión.
Convocatoria inusual
Leguina pidió en la asamblea que presidió el martes que prevalezcan en los socialistas la honestidad y la austeridad frente al modelo social de enriquecimiento personal, y consideró fundamental profundizar en la democracia interna de su partido.
Algunos miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE declararon ayer que la asamblea no resulta del todo acorde "con las prácticas habituales del PSOE". Incluso comentaron con ironía que sería un `error deducir que al acto acudió "lo más granado del socialismo", mientras que pueden ser tachados de "cazurros o aparatistas" quienes no asistieron.
Varios dirigentes aludieron a que Txiki Benegas "había reflexionado en voz alta" sobre la conveniencia de que los miembros de la dirección se mantuvieran independientes, lo que fue "desoído" por José María Maravall, quien, a diferencia de Carmen García Bloise, mantuvo su decisión de acudir a la convocatoria de Leguina.
La batalla entre los seguidores de Leguina y los de Acosta comenzó ayer en las votaciones de las agrupaciones de base para escoger a quienes elegirán la delegación de la FSM en el 322 congreso federal. Los datos aportados por cada sector eran incompletos y la correlación de fuerzas definitiva no quedará determinada hasta que transcurra el próximo fin de semana.
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