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CICLISMO

Induráin, entre los favoritos de un Mundial marcado por el calor y la dureza del circuito

El asfixiante calor y la elevadísima humedad serán el mayor enemigo de la prueba de fondo en carretera para profesionales del Mundial de ciclismo que hoy se corre en Utsonomiya, al norte de Tokio, sobre un sinuoso trazado de más de 260 kilómetros (Canal +, nueve de la mañana). El trazado favorece las aspiraciones de Greg Lemond (EE UU) de revalidar el jersey arco iris, que ganó ya en 1983 y 1989. El vencedor del último Tour es el principal favorito en un reducido plantel, entre el que se cuentan también el italiano Gianni Bugno y el español Miguel Induráin.

Estrellas como los franceses Charly Mottet o Laurent Fignon y el irlandés Stephen Roche estarán ausentes por lesión. La gran incógnita será también poder conocer hasta dónde puede afectar un período de aclimatación de diez días como han hecho España e Italia o la increíble actitud de Francia y Estados Unidos, cuyos corredores llegaron a Japón el viernes sin apenas tiempo para adaptarse al cambio de horario. Lemond se despertaba completamente desvelado a las tres de la mañana de ayer y optó por levantarse para entrenar dos horas más tarde en el circuito. Hay dos teorías sobre el ciclo biológico de un ciclista. Una recomienda un período de una semana aproximadamente para aclimatar el organismo a la nueva hora y la otra sostiene por el contrario que es perjudicial para el metabolismo del deportista adaptar el cuerpo para tan breve tiempo como puede ser una sola prueba como es la de fondo en carretera. Tal vez hoy en Utsonómiya se disipen algo las dudas.Un total de 212 profesionales están inscritos para participar en la carrera, que consistirá en recorrer 18 vueltas a un circuito muy difícil de 14,5 kilómetros de carretera de piso firme, pero estrecho, sin apenas más accidentes montañeros que la de un repecho de casi dos kilómetros con un desnivel de 190 metros y otros dos de peligroso descenso muy sinuoso. Estos accidentes pueden servir para marcar diferencias y hacer una criba selectiva, como ayer ocurrió en la prueba de fondo para aficionados", en la que los seis corredores españoles hicieron un bochornoso papel retirándose en las primeras vueltas agarrotados y asfixiados por el calor. Italia ganó a lo grande. El oro fue para el joven Mirko Gualdi, que se escapó cuando faltaban más de 50 kilómetros para el final; la plata, para su compatriota Roberto Caruso, y el bronce se lo llevó el francés Jean Philippe Dojwa. En la prueba femenina arrolló la francesa Catherine Marsal, que sacó casi tres minutos y medio a la norteamericana Ruthie Matthes y a la italiana Luisa Seghezzi. Las representantes españolas hicieron un papel discreto. Belén Cuevas fue la mejor y entró en 181 posición.

"El ambiente dentro del equipo es muy bueno. Pero un campeonato mundial es siempre una incógnita al disputarse en una sola jornada", declaraba anoche el seleccionador Enrique Martínez Heredia. Anticipó que es muy probable que la carrera comience a un ritmo fuerte para tratar de romperla, pero pronosticó que será en las tres últimas vueltas donde se decida el título. "Induráin saldrá como nuestra principal baza, pero hay otros como Echave, Lejarreta o Delgado que pueden tomar el mando según se desarrolle la marcha".

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