Veraneo
Una parte de los españoles ya ha empezado su veraneo, y otras partes lo empezarán en sucesivas quincenas. Aquí se veranea por tandas. Los que pueden, naturalmente, pues no todos los españoles tienen preparado el bolsillo para veranear. Para veranear, por ejemplo en la playa, hay que ser millonario, o parecerlo, lo cual se consigue pidiendo un crédito o pegando un sablazo.Los hoteleros de las zonas turísticas barruntan crisis porque disminuye el número de veraneantes y los veraneantes efectivos no están dispuestos a gastarse los cuartos alegremente. 0 sea, que no es como antes. Antiguamente, los españoles conseguían veranear sin penas, para lo cual se arremangaba el ama de casa, iba a la compra, preparaba unas comidas arregladitas, excepto algunos días en que la familia decidía darle un homenaje liberándole de estas tareas y se iban a comer todos a un restaurante. En estos tiempos, sin embargo, comer de restaurante abolla el presupuesto. Sale el cabeza de familia con 10.000 duros en la cartera y cuando vuelve no le queda ni para pipas. Así que, durante el veraneo, los homenajes, en el apartamento y con gaseosa.
A los hoteleros les traía sin cuidado que no acudieran españoles a sus establecimientos, pues los llenaban de turistas que venían a disfrutar del sol de España embotellado y sin embotellar a bajo precio y, de paso, a ver a las mujeres con la navaja en la liga. Pero ya no vienen porque los precios ahora son prohibitivos, el sol sale en cualquier parte y ni siquiera hay mujeres con navajas en la liga. No por falta de navajas, sino de ligas. Una vez acompañé a la farera de Cádiz a comprar un liguero: le costó encontrarlo, y cuando lo encontró, resultaba que las ligas le bajaban por delante de los muslos, en vez de bajar por los lados, que al parecer es como Dios manda. Si los hoteleros necesitan saber por qué han perdido clientela, ahí tienen una pista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
La Justicia de Estados Unidos sentencia al Guacho, yerno del Mencho, a 11 años de prisión
El Rayo celebra con un festín de goles ante el Drita su pase a octavos de la Conference
Finabien Paisano: las claves del programa dirigido a migrantes que envían remesas
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16
- “No podemos hacer nada”: la IA permite copiar en exámenes de universidad con una facilidad nunca vista




























































