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Valerio Lazarov: "No soy un intelectual, pero he tenido los ojos muy abiertos"

El director general de Tele 5 no quiere ser triunfalista, porque sabe que van a sufrir mucho

Valerio Lazarov, de 50 años, ha pasado de ser el introductor del zoom y de los decorados electrónicos en la televisión española en la década de los sesenta a dirigir una cadena privada, Tele 5, en la década de los noventa. El proceso para que esto se haya producido lo explica él con pocas palabras: "No soy un intelectual puro y duro, pero he tenido siempre los ojos muy abiertos y he intentado comprender las distintas realidades televisivas". A pesar de la subida de audiencia que tiene la cadena de televisión que diriIge, no quiere ser triunfalista: "Vamos a sufrir mucho, y TVE, en cualquier momento, nos puede destrozar, porque tiene los medios para hacerlo".

Rumano de nacimiento y español por elección, Valerio Lazarov llegó a nuestro país al final de la década de los sesenta, cuando Juan José Rosón, en aquel entonces ministro del Interior, le fichó en un festival en Praga. Él ha afirmado siempre que no se vino para huir del régimen político de su país, aunque ya en ese periodo había abandonado las Junventudes Comunistas, en las que llegó a militar, sino porque en la televisión rumana, donde llevaba trabajando más de una década "había tocado techo" y decidió venir a "crecer" a España.Tras ser el introductor del zoom en la televisión española y adquirir una importante fama de trabajador infatigable y de barroco de la imagen electrónica, sin que ello mermase su fama de gran especialista en la materia, llegó un momento en que Prado del Rey se le quedó pequeño y marchó para Italia. Los regresos a nuestro país han sido constantes, pero hace 15 años nadie se lo hubiera imaginado al frente de una cadena de televisión, sentado en su sillón de director general y consejero delegado, situado en la planta 36ª de Torre Picasso, con su melena afrocubana, bastante menos poblada, y con la ironía de que justo detrás de él, allí al fondo, aparece sobre su cabeza el pirulí de Torrespaña de TVE.

Apretar el acelerador

Lazarov afirma que Televisión Española, si quiere, puede destrozarles, y se refiere no sólo a Tele 5, sino también al resto de las televisiones privadas: "Nos puede destrozar y crear muchos problemas", y añade: "Llega a todo el país, tiene una historia de 30 años, grandes profesionales, mucho dinero y muchos recursos productivos. Si TVE decide un día apretar el acelerador, y sobre todo si el que lo aprieta es un buen piloto, nos puede hacer mucho daño".El director general de Tele 5 piensa que si no lo hacen es poi-que son magnánimos y quieren fomentar el pluralismo y la competencia. En cualquier caso cree que TVE no va dar su brazo a torcer tan fácilmente.

En este sentido, Lazarov ya tiene la piel curtida. Piensa que la sociedad española ha vivido como una película de Hitchcock la televisión privada, "todo tan lleno de suspense", dice. Este proceso ha facilitado, según el director de Tele 5, que la televisión pública en España se estuviera preparando desde hace tres años: "Se han movido muy bien en el mercado internacional, tecnológicamente, y han comprado buenos programas y buenas series", comenta.

Según un estudio coincidental de Demoscopia, empresa especializada en índices de audiencia, Tele 5 ha superado a TVE en sus índices de audiencia en la franja horaria de mayor número de espectadores. A pesar de ello, Lazarov afirma: "No me gusta ser triunfalista, porque sé que vamos a sufrir mucho en el futuro; no es tan fácil, y no está dicha la última palabra". No obstante, no oculta que está contento por los resultados: "Hace poco nadie daba un duro por Tele 5, y ha sido una apuesta fuerte el cambiar una imagen negativa por una imagen positiva". También cree que TVE está afectada por estos hechos: "Se mueven en la dirección adecuada, y si observamos la parrilla, al menos la de este verano, parece más una televisión privada que una pública, porque el hecho real es que la cultura no está muy presente, la formación y la educación, que son tareas absolutas de una televisión pública, no son tareas que se abracen", y concluye muy serio: "Salvo la misa de los domingos, no hay mucho de televisión pública ahí".

Trotamundos

Ser un hombre marcado por los viajes, por las maletas y por los diferentes países desde que abandonara su Rumanía natal, no ha convertido a Lazarov en un hombre desarraigado; ni cree haber pagado un precio alto por ello: "No ha sido un mal de mi vida, sino algo bueno. El haber sido un trotamundos me ha ayudado a entender distintas realidades y experiencias televisivas". Al final se define: "No soy un intelectual puro y duro, pero siempre he tenido los Ojos muy abiertos y he intentado comprender las distintas realidades televisivas, no sólo en cuanto a contenidos sino también en cuanto a tecnologías y organización".

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