Italia confía en el Milan para entrar en la historia
ENVIADO ESPECIALLa final de la Copa de Europa que disputan hoy el Milan y el Benfica (20.30, TVE-2) pone casi en contacto el principal acontecimiento del fútbol continental con los albores de un Mundial. Diríase que a final de hoy aproxima el juego mágico del Milan, el diseñado por Arrigo Sacchi, a la pasarela de un Mundial. Además, toda Italia confía en que el Milan cierre un ciclo histórico y logre el tercer título europeo (tras el Sampdoria en la Recopa y el Juventus en la Copa de la UEFA) para su país, un récord jamás alcanzado. El Benfica, un equipo con oficio, acepta su humilde condición de aspirante, y sus jugadores no siente pudor al reconocer que pueden verse obligados a practicar un juego feo y defensivo.
Sven Eriksson, el entrenador del Benfica, otorga también al Milan el papel de favorito: "Todos dicen que el Milan es el favorito y creo que esta conclusión es correcta, porque disponen del mejor equipo del mundo. Pero el Benfica quiere ser campeón de Europa y todos nosotros sabemos que contamos con habilidades suficientes para lograrlo".La final europea supone para el Milan un acontecimiento especialmente delicado. Una semana trágica, después de que la sabiduría del técnico Sacchi había conseguido mantener los resultados del equipo frente a duras y constantes adversidades, acabó con el Milan experimentando la imagen del fracaso al perder, consecutivamente, los títulos de Liga y Copa de Italia. La Copa de Europa, lejos de ser un broche de oro, pasó a convertirse en el único argumento que puede sostener la credibilidad del Milan como el mejor equipo del mundo. Ganar la Copa de Europa por segunda vez consecutiva despejaría cualquier asomo de decadencia, mantendría el prestigio del equipo listo para afrontar la nueva década.
Reconstrucción
Y el Milan llega a este punto crucial con posibilidades reales, ciertas, de reconstruir su alineación. Sacchi recupera para la final a un jugador tan importante como el holandés Ruud Gullit, convertido ahora en un símbolo. "El regreso de Gullit es una garantía para nosotros. Pero, no estoy de acuerdo", manifestó el técnico Sacchi, "con quienes afirman que vencer es lo máximo y perder un fracaso. Prescindiendo del resultado queda claro lo que hemos realizado, porque hemos conquistado la final con nuestras propias fuerzas después de una campaña llena de problemas. Quién nos diría hace tres años que llegaríamos a dos finales europeas de forma consecutiva".La principal atracción del partido recae indiscutiblemente en Gullit; tres operaciones quirúrgicas en once meses de dura inactividad amenazaban con retirarle de los terrenos de juego. Gullit, sin embargo, ha vuelto y lo ha hecho en el mejor momento, cuando la moral del equipo necesitaba una señal del destino para mantener la fe. "La confianza que me ha dado el Milan", dice Gullit, "me ha ayudado en los momentos más difíciles. Mi lucha contra las lesiones está superada, ahora sólo deseo ganar otra Copa, esta vez en Viena". Los efectos psicológicos de su alta médica han rendido ya tales beneficios en la plantilla que Silvio Berlusconi, presidente del Milan, se dio prisa por llegar a un acuerdo con el jugador para los próximos tres años, con un salario estimado en 200 millones de pesetas anuales.Mientras tanto, el Benfica hace gala de humildad y proclama su espíritu defensivo. "Nuestro objetivo es no recibir goles durante los 20 primeros minutos. Luego podremos controlar mejor el partido", afirma Eriksson. El Benfica basa su juego en el trio de brasileños formado por los defensas Ricardo y Aldair y el centrocampista Valdo, además del delantero sueco Magnusson, un hombre que ha logrado marcar 33 goles en la Liga portuguesa. El técnico ha recibido duras críticas por permitir que los brasileños se incorporaran durante una semana a la concentración de su selección.El acontecimiento tiene también un interés muy especial para el fútbol italiano, en disposición de redondear un año glorioso. Si el Milan gana hoy, Italia habrá establecido un récord dificil de superar al colocar a tres clubes como campeones de las tres competiciones continentales (Milan, Copa de Europa; Sampdoria, Recopa y Juventus, Copa de la UEFA). De confirmarse este éxito, ocho clubes italianos poblarían las competicl ones de la próxima temporada (Milan, Nápoles, Juventus, Sampdoria, Inter, Roma, Atalanta y Bolonia).
Alineaciones. Milan: Galli; Tassotti, Costacurta, Baresi, Maldíni; Ancelotti, Massaro, Evani, Rijkaard; Gullit, van Basten. Benfica: Silvino; José Carlos, Ricardo, Samuel, Aldair; Thern, Paneira, Pacheco, Hernani; Valdo y Magnusson. Árbitro: Kohl (RFA).
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