La subida, marcada por el ataque del KeIme
La subida de Cerler quedó marcada desde las primeras rampas por el ataque de Martín Farfán para lanzar a su jefe de fila en el Kelme, Fabio Parra. A Benasque, en la falda de la estación, llegó escapado Bernard, pero apenas resistió unos metros.A Farfán, que marcó un fuerte ritmo, y a Parra sólo pudo seguirles inicialmente Anselmo Fuerte (Once). Detrás, en el grupo del resto de favoritos, marcharon el líder, Giovanetti, Delgado e Induráin (Banesto), Cabestany (Once), Jaramillo, Mejía y Vargas (Ryalcao), Gastón (Clas), Pacho Rodríguez (Pony, ex Kelme) y Ampler (PDM),, Induráin tiró a tren y Gorospe, Echave, Pino e Ivanov se fueron quedando.
Un kilómetro después Fuerte no pudo resistir el ritmo de Farfán y los dos colombianos se fueron solos hasta la meta. A 10 kilómetros de ella sacaban 24 segundos al grupo perseguidor, del que incluso Fuerte llegó a perder contacto. Pero pudo conectar en el falso llano intermedio, lo mismo que Lucho Herrera (Café de Colombia). Al comenzar la última cuesta de 8,5 kilómetros, Farfán y Parra, tirando siempre el primero, aventajaban ya en 45 segundos al grupo.
A cinco kilómetros de la meta la diferencia superó el minuto, 1.06. Giovannetti incluso tiró del grupo, pues Induráin se quedó un momento rezagado y Jaramillo parecía retardar el ritmo. A falta de tres kilómetros, tras un falso llano, Induráin perdió contacto definitivamente y Delgado tomó las responsabilidades, aunque sin la fuerza de otras veces. Fuerte y Giovannetti le respondieron con facilidad. Los tirones sólo lograron mantener las diferencias del grupo perseguidor respecto a Farfán y Parra.
En el último kilómetro saltaron del grupo Vargas y Gastón, pero sólo éste logró tomar ventaja, terminando con ocho segundos sobre el grupo y 52 después de Farfán, al que dejó lógicamente ganar la etapa su jefe Parra. Induráin perdió 1.50 minutos con los dos de cabeza y 50 con los otros favoritos.