La Jugoplástica fue muy superior al Limoges
La Jugoplástica no consiguió un fácil paso a la final, no tan plácido al menos como podía deducirse de su teórica superioridad sobre el Limoges, máxime cuando éste dio descanso durante toda la primera parte a Dacoury, con molestias en un codo. Quizá la prolongación de ese equilibrio en el marcador se debió a que los yugoslavos modularon su esfuerzo por propia voluntad, sabedores de que aún les resta por jugar mañana una final, previsiblemente intensa, contra el Barcelona.De hecho, la forma en que la Jugoplástica logró demostrar su superioridad fue parecida a la utilizada minutos antes por los azulgrana en la primera semifinal. Pero el Limoges, con su velocidad y la determinación de sus jugadores cuando debían entrar a canasta, mantuvo vivo el partido hasta bien entrada la segunda parte.
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