La bala que mató al joven de Villalba es de las que utiliza ETA

La munición que utilizó el guardia civil José María del Río, que el pasado sábado mató de un tiro a un joven en Villalba, corresponde a la que habitualmente utiliza ETA. Del Río, además del arma no reglamentaria, portaba dos cargadores, uno con munición reglamentaria del cuerpo y otro con balas tipo Geko 9 milímetros Parabellum, que podrían haber sido obtenidas tras alguno de los decomisos realizados a miembros de la organización terrorista en la capital alavesa.El guardia civil intentó por esta razón deshacerse de la murición. Se tragó una bala entera, detectada en una radiografía; arrojó tres más a la puerta de la Cruz Roja de Villalba, donde fue conducido el joven heridr, en un primer momento y donde fueron recogidas por la Policía Judiclial, y desaparecieron otras tres. Balística pudo deitrmiriar en la tarde del sábado quién había sido el causante del disparo porque una patrulla de la Guardia Civil recogió en el lugar de los hechos dos casquillos. El del disparo que provocó la muerte al joven y el de la pistola de José Sánchez Sánchez, que disparó al aire cuando Galindo, que estaba con el fallecido, salió corriendo tras la primera detonación.

Arresto preventivo

Los tres guardias civiles que le acompariaban quedaron en libertad tras declarar el lunes ante el juez de Collado Villalba. Actualmente están en Vitoria, suspendidos para tres meses de sus funciones y con un rines de arresto preveritivo. El abogado defensor es Luis María Damborenea.

Siempre según la versión de uno de los implicados, dentro del pub Joloki no se produieron incidenies. Tarik sólo Ester, una de las amigas del fallecido, apodada La Bombi, se acercó a Del Río y charlaron. Una vez fuera, donde coincidieron casualmente, el fallecido, sin mediar palabra ni provocación alguna, golpeó a uno de los guardias civiles. Otro de los jóvenes, Galindo, sujetó a este agente por detrás, momento en el que intervino el guardia civil José Sánchez, que agarró a Galindo para impedir que le pegara. Según el mismo portavoz, en este momento se oyó una detonación y Galindo se escapó. José Sánchez le siguió y, tras advertirle que era guardia civil, disparó una vez al aire.

En el lugar de los hechos yacía José Manuel Santarem, que fue trasladado a la Cruz Roja, en el coche del padre de Del Río, por el propio Del Rio y otro de los guardias, Juan Manuel Polo que fue goIpeado a la salida del pub y a la puerta de la Cruz Roja.

El sindical clandestino de la Guardia Civil denunció ayer al jefe de la Comandancia de Vitoria por la parte de responsabilidad que tiene en la muerte del joven de Villalba, ya que no ha tomado ninguna medida contra el guardia civil José María del Río, causante del disparo, a pesar de tener conocimiento de las depresiones que sufría, de su afición excesiva por las armas y a veces por la bebida. Según fuentes del sindicato, Del Río siempre iba con dos armas, la reglamentaria y la suya y es ampliamente conocido por todos los compañeros que les encañonaba, e incluso enseñaba !as armas en público. Cuando estaba destinado en la localidad alavesa de Maeztu amenazó con su Cetme al propietario de un bar, extremos que conocía el mando. El sindicato dio su condolencia a los farrillares del joven y criticó que la Dirección General de la Guardia Civil no lo hubiera hecho.