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Severa crítica de 'The Wall Street Journal' a la marcha de Barcelona 92

La edición europea del diario estadounidense The Wall Street Journal, el periódico más influyente en los círculos financieros y empresariales internacionales, propinó ayer una severa crítica a la marcha de diversos proyectos vinculados a la cita olímpica de Barcelona en un amplio reportaje titulado Mientras el espíritu de Barcelona se aprovisiona de planes ambiciosos, muchos siguen sin realizarse.

En el artículo, firmado por Nicholas Bray, el rotativo destaca que a medida que los Juegos Olímpicos de 1992 se aproximan, "proyectos de carreteras y de transporte se van a pique a causa de la política local-.

El artículo se refiere al enfrentamiento entre convergentes y socialistas y hace hincapié en las desavenencias entre el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, "que ya han causado retrasos en proyectos relativos a los JJOO". Entre dichos proyectos, cita la construcción de los cinturones de ronda y de nuevos hoteles en la ciudad.

Los pasados incidentes

Califica los incidentes de la inauguración del estadio Olímpico, el pasado mes de septiembre, como "fiasco [sic] lluvioso en el estadio", no sin recordar el abucheo nacionalista al rey Juan Carlos. " Más que ninguna, ésta [Barcelona] es la ciudad de las paradojas, ( ... ) escenario de muchos proyectos espectaculares que, tras años de esfuerzos, están inacabados o abandonados", escribe el autor. "Ahora Barcelona se prepara para una de sus mayores extravagancias: los JJ 00 de 1992. Aunque el progreso [se refiere al proyecto olímpico] ya se ha visto afectado por la tensión entre los políticos locales".

El reportero Bray destaca los atascos circulatorios de Barcelona, que, dice, "está desesperadamente superpoblada". Y se refiere al barrio Gótico así: "Es un nido de pobreza, prostitución y pequeño crimen", donde también se halla el museo Picasso, "un chico del país que no lo hacía mal [sic]", acaba señalando.

Continuando con el tono frívolo y en ocasiones autosuficiente que empapa su severo artículo, el autor pergeña el siguiente párrafo: "Los barceloneses están orgullosos de su ciudad porque tiene cosas que otras ciudades españolas, incluida Madrid, no tienen. Tiene [Barcelona] un eficiente servicio de tren desde el centro de la ciudad hasta el aeropuerto, una asociación de amistad catalano-japonesa y un Centro Internacional de Prensa. Tiene parquímetros que admiten tarjetas de crédito, un zoológico con un gorila albino y nueve gansos en el claustro de su catedral gótica".

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