José López Rodero

José López Rodero, ayudante de dirección y productor ejecutivo, estrenó ayer en Madrid su película número 95, El sueño del mono loco, dirigida por Fernando Trueba, de una larga lista en la que figuran títulos como El Cid, 55 días en Pekín o Papillón. Este madrileño de 49 años de edad y prácticamente desconocido en España ha demostrado ser lo que los norteamericanos llaman un self made man (autodidacto). López Rodero, de aspecto frágil y tímido a la hora de hablar de sí mismo, ha tenido la oportunidad de conocer bien a todos los grandes mitos de Hollywood, tanto actores como directores. Durante los 33 años que lleva en el mundo del cine europeo y norteamericano ha trabajado con directores como Stanley Kubrick, Nicholas Ray, Franklin Schaffner, David Lynch, Samuel Bronston y los españoles José Luis Borau o Carlos Saura, entre otros.

Además de tener que azuzar, para que todo salga como estaba previsto, a señoras tan imponentes como Ava Gardner o Sofía Loren, ha sido testigo de excepción del primero de la larga lista de romances que protagonizaron Richard Burton y Liz Taylor durante el rodaje de Cleopatra, en 1963. "Los dos llegaron una hora tarde al rodaje. Entraron, cada uno por una puerta, persiguiéndose, sin poder contener la risa y haciendo muecas. La situación se alargaba y no parecía tener solución, por lo que decidimos suspender el rodaje por ese día", dice.

Su relación con el mundo del cine comenzó con tan sólo 16 años de edad, cuando fue meritorio de producción en el filme de Robert Rossen Alejandro Magno. "En realidad, aunque lo llamasen de una forma tan pomposa, lo que yo hacía era ser el chico de los recados, pero ese mundo me enganchó rápido, y poco después dejé mis estudios de ingeniero agrónomo", y dice que el buen cine europeo tiene muy pocas diferencias con el norteamericano.

El productor ejecutivo acaba de terminar de rodar en España una serie para la televisión estadounidense titulada El Zorro.