Finito de Córdoba

El novillero Juan Serrano, Finito de Córdoba, comenzará su temporada taurina de 1990 en la feria de Valdemorillo, en cuya plaza de toros actuará el 9 y el 10 de febrero próximos. Finito empieza así su segundo año como novillero, después de haber destacado en 1989 entre sus compañeros. Su apoderado le ha apalabrado ya 46 novilladas. Este joven de 18 años entrena ahora diariamente con Manuel Benítez, El Cordobés, en las instalaciones que el torero de Palma del Río tiene en Córdoba.Finito nació en El Arrecife, a 15 kilómetros de Córdoba; mide más de 1,80 metros y pesa menos de 60 kilos, lo que le hace una figura que da nombre a su apodo artístico. Dejó de estudiar en octavo de EGB "porque no servía para eso" y se dedicó a meterle a su padre, Melitón Serrano, vaquero de profesión, la idea en la cabeza de que quería ser torero. Nadie le ha enseñado a ponerse delante de los toros, pero él, siguiendo un procedimiento que dejaría extrañado, de vivir, al Guerra, ha ido aprendiendo los secretos del toreo a través de vídeos que grabó de corridas televisadas.

Este joven ha devuelto a su ciudad esa polémica y esa expectativa que lleva aparejadas el toreo. Córdoba, tierra de toreros, ve ya lejanas las figuras de Manolete y El Cordobés, y se está volcando en Finito, que a fin de cuentas es un chaval desbordado por los acontecimientos tras un año de éxitos.

Resulta difícil que siga una conversación aunque sea sobre su persona. Ni siquiera escucha. "Dicen que estoy aniñado para mi edad", comenta para justificar que está en sus cosas mientras otros hablan de él. No fuma ni bebe alcohol, sólo consume zumo de tomate con sal y pimienta. No tiene novia, pero reconoce que en solo una semana ha llegado a recibir más de 200 cartas de chicas que le piden una cita, un corbatín o alguna prenda de sus trajes de luces.

De momento no piensa en la alternativa. Quiere tomarla en la feria de Córdoba de 1991 en un cartel con El Cordobés y su apoderado, el ex torero Zurito.