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La batalla de Madrid

Alex Martínez Roig

El deporte en televisión ha sufrido en los últimos meses un cruel ataque de vulgaridad y chabacanería. TVE, salvo las excepciones de siempre (Estadio, 2) ha optado por envolver el deporte de concursos, grupos de rock, chicas macizas y horarios encorsetados que obligan al diferido. Los periodistas deportivos se han convertido en showmen que chillan, saltan y mueven los brazos. Son buenos profesionales que tratan de reconvertirse con dignidad, pero algunas veces no lo consiguen. ¿Y el deporte? El deporte se ha convertido en una excusa, casi en algo molesto que se ofrece a deshora, sin sentido, como relleno.El populismo de TVE ha permitido un arranque espectacular de Telemadrid en el apartado deportivo. La fórmula ha sido muy sencilla. Imaginación, profesionalidad y seriedad. En dos meses, Telemadrid le ha enseñado unas cuantas cosas a una TVE amuermada, adormecida en la rutina.

Por ejemplo, en los Telenoticias, los autonómicos dan información. Sí, ¡noticias!, algo que ya nadie busca en el Pirulí, donde a lo máximo que parece aspirarse es a leer un teletipo de agencia sobre unas imágenes donde aparece el nombre del informador.

Pese a la diferencia de presupuestos, de experiencia, de número de profesionales, Campo de Juego ha conseguido competir, en sólo dos meses, con Estudio Estadio en las noches de los domingos. La fórmula también es sencilla: los madrileños comienzan a ver las imágenes de los goles de sus equipos a las siete de la tarde, y luego se encuentran con un programa corto -una hora- que no ha sido hinchado con absurdos concursos y larguísimos resúmenes de fútbol europeo.

Hay fallos, claro. Por ejemplo, en las transmisiones se nota en exceso el origen radiofónico de los comentaristas -no dan un respiro al espectador-; algunos deportes son cubiertos por personas que carecen de conocimientos profundos sobre el tema, y otros son ofrecidos con excesivo retraso, obligado el diferido por la existencia de un solo canal. Los conductores carecen de las tablas que les sobran a sus vecinos, aunque eso a veces sea una ventaja por el aumento de espontaneidad.

Telemadrid ha nacido con otra ventaja. La calidad de sus transmisiones es altísima, similar a la de TVE; hoy ofrece un espectacular Real Madrid-Atlético, de Copa, y un partido del Masters de tenis de Nueva York, mientras en la cadena nacional podremos ver, 10 días después, el partido entre Trinidad-Tobago y Estados Unidos de la fase previa del Mundial.

Telemadrid se ha beneficiado del trabajo previo realizado por TV-3, Euskal-Telebista y TVG, y eso le ha permitido competir al nivel más alto desde el principio. Y ha sucedido lo que tenía que suceder. Mientras la competencia a TVE se desarrollaba en la perifería, no pasaba nada. Ahora que la batalla ha llegado a Madrid, el asunto ya es más serio.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.
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