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Gerardo Iglesias se incorpora como picador a una mina

"Trabajar en la mina no tiene precio. La mina es negra y muy dura. No ha cambiado nada", manifestó ayer Gerardo Iglesias al término de su primera jornada de trabajo como picador del pozo Polio, tras 12 años de excedencia laboral en la empresa estatal Hunosa. El que fue secretario general de Partido Comunista de España (PCE) y coordinador estatal de Izquierda Unida (IU) hasta el pasado día 1, en que dimitió, mostraba síntomas de cansancio a la salida del pozo.

"Éste es un trabajo muy duro, sobre todo estando deshabituado, pero todavía resisto. Yo no me rajo", manifestó el ex dirigente comunista poco antes de meterse en la ducha, mientras fumaba el primer cigarrillo, al cabo de siete horas de trabajo picando carbón y posteando a 250 metros de profundidad. "La sensación es de cansancio. Pero va a serlo más mañana por la mañana [hoy para el lector]. Lo sé por experiencia", manifestó Iglesias. "Ésta no es la primera vez que vuelvo a la mina después de una larga ausencia. A este mismo pozo ya me reincorporé en otra ocasión, después de nueve años de vivir apartado del tajo, cinco de ellos en la cárcel, y conozco bien esta sensación. Es cierto que entonces tenía 27 años y ahora tengo 44. Pero estoy dispuesto a seguir. Hoy he resistido y trabajé como cualquier otro. Yo no he venido a jubilarme, como se ha dicho, ni a permanecer cuatro días para salir luego por una puerta falsa".Iglesias llegó al pozo Polio, en el pueblo minero de Rioturbio (Mieres), a 27 kilómetros de Oviedo, conduciendo un Renault 9 matriculado en Madrid. Fue asignado a la capa 4, entre las plantas cuarta y quinta, en un taller en el que la extracción del mineral se sigue realizando manualmente, con un pico que pesa 7,5 kilos y con un hacha. Un guaje (aprendiz) le acompañó a lo largo de la jornada. Pese a padecer una hernia discal y artrosis ("Me han tenido que readmitir porque pertenezco a la plantilla de la empresa. Si fuera nuevo, me hubieran descartado en el reconocimiento médico"), sus compañeros aseguraron que Iglesias trabajó como uno más. En el pozo Polio, una de las 23 explotaciones de la empresa Hunosa, trabajan 760 mineros en varios turnos, de ellos 238 con la categoría laboral de picador. CC OO es el sindicato mayoritario.

Nuevas responsabilidades

El ex dirigente comunista ha reiterado que no descarta dejar la mina si es elegido por las bases del partido y de Izquierda Unida para nuevas responsabilidades políticas. "Pero no voy a forzar la situación. Ocurrirá si ocurre. He vuelto porque ésta es mi profesión. Yo no me cambio de chaqueta. Soy minero, procedo de una familia minera y me debo a esta gente, a mis compañeros. Decidí volver a Asturias y no tengo otra forma de ganarme la vida honradamente. Podía haber sido diputado por Asturias, pero mis compañeros opinaron de otra forma, y yo lo acepto sin rechistar".

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