Una lesión de hombro prácticamente acaba con la temporada de Blanca Fernández Ochoa
Blanca Fernández Ochoa prácticamente ha, perdido la temporada de la Copa del Mundo de esquí, al lesionarse gravemente el hombro izquierdo en una caída sufrida en el glaciar de Hintertux (Austria) mientras se entrenaba. Blanca ha sido tratada durante los últimos ocho días por el doctor José María Buló, jefe médico de la Federación Española de Esquí, en una clínica de Barcelona para reducir la inflamación que padecía antes de emitir un diagnóstico, claro sobre la lesión. El jueves le hará una artroscopia para evaluar su alcance, aunque la esquiadora ha consultado con el doctor Cook, en Estados Unidos, que le ha recomendado la operación. En todo caso, es casi seguro que deba estar unos seis meses fuera de las pistas.
El doctor Buló mantuvo ayer una larga reunión con Blanca y con Danielle Fioretto, compañero y entrenador de la esquiadora para determinar el alcance de la lesión y decidió hacer una artroscopia e1jueves en compañía del doctor Miguel Llobet. En su opinión, tiene una lesión de la cápsula anterior del hombro izquierdo y niega que se hayan enviado datos o consultado al doctor Cook. Sin embargo, fuentes de la familia no dudaron en señalar que la lesión no es tan grave como en un principio, se pensó, pero sí tiene la cápsula arrancada y también rotura de ligamentos. Fuentes (le la Federación Española, por su parte, señalaron que con operación, con artroscopia o con lo que sea, Blanca perderá la temporada. La artroscopia, que soluciona problemas de rodilla, aparte de utilizarse como exploración, empieza a emplearse en el hombro.La mejor solución de este tipo de 1.-siones, según fuentes médicas consultadas, es la intervención quirúrgica. La articulación de hombro es la de mayor movimiento del cuerpo y si se resiente en una actividad tan simple corno coger el teléfono o jugar a las cartas, mucho más en la competición deportiva. Lo malo de las roturas de ligamentos en el hombro es que pueden desgarrarse aún más o producirse una calcificación o artrodesis ligamentosa, es decir, una mala cicatrización, que ya no se solucionan ni siquiera con rehabilitación y dejan secuelas permanentes.
Los puntos
El peligro deportivo de Blanca, además, al correr el riesgo de aumentar la lesión, es que difílcilmente obtendría buenos puestos y al no conseguir los puntos nececesarios podría perder la categoría de primera serie que actualmente posee. Si no corriera en toda la temporada, en cambio, no le afectaría.
En. caso de deciodirse la operación, la podría llevar a cabo en Portland, Oregón (Estados Unidos), el doctor Cook, el mismo que ha intervenido a los baloncestistas Drazen Petrovic, Arvidas Sabonis, Ferinando Martín y Audie Norris, y lo va a hacer con. Steve Trumbo. El doctor Cook tiene en su poder los estudios médicos que se le han enviado sobre la lesión de Blanca, según la familia. El proceso tras la, operación de una rotura así se alarga a los seis meses. Las rehabilitaciones suelen ser más tediosas que largas, pero son agradecidas si se hacen bien.
Blanca comentó: "La lesión se produjo a causa de una caída como otras muchas. Lo malo fue que al apoyarme en el suelo todo el peso recayó sobre el hombro". La esquiadora española explicó que se encontraba en un buen momento de forma y que había esquiado muy bien en el supergigante de Las Leñas (Argentina), primera prueba de la Copa del Mundo, a pesar de que se salió cuando quedaban tres puertas para el final. Añadió que había planificado una temporada en la que pretendía participar en todas las especialidades de la Copa del Mundo y que únicamente iba a correr en algún descenso en función de las combinadas.
La Copa del Mundo, en la que Blanca fue cuarta en 1988 y octava en 1987, se vuelve a poner en marcha los días 20 y 21 en Park City (Estados Unidos) antes de volver a Europa.
"Enseguida nos dimos cuenta de la gravedad de la lesión", comentó ayer Fioretto. "No obstante intentamos aliviar el fuerte dolor que sintió Blanca a base de bolsas de hielo. Pero pasaron dos días y seguía lesionada por lo que decidimos viajar hasta Barcelona para que la visitase el doctor Buló".
Danielle Fioretto manifestó que, dentro de lo que cabe, la lesión no ha llegado en el peor momento puesto que esta temporada sólo hay Copa del Mundo, mientras que el año próximo también habrá Mundiales y en 1992 Juegos Olímpicos.
Una gran carrera entre la desgracia y la frustración
La desgracia sigue tras Blanca Fernández Ochoa. La única deportista española que ha tenido gran nivel internacional en los últimos años hasta la aparición de las tenistas Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez, o de las marchadoras, encabezadas por Mari Cruz Díaz, continúa por la senda de la frustración.Cuando el 14 de febrero de 1988, con toda España pendiente de su éxito, Blanca cayó en la segunda manga del eslaIon gigante de los Juegos de Calgary, perdía casi con seguridad su última oportunidad de ganar una medalla olímpica. Después del histórico triunfo de su hermano Paco en Sapporo 72, jamás se había rozado tanto la hazaña. En mujeres, mucho menos. "Nunca lo tendrá tan fácil", dijo Paco entre lágrimas y rabia. Dos días más tarde, resentida de una ciática, sólo fue quinta en eslalon.
Blanca, tras estar ya muchos años en la primera serie de esquiadoras aspirantes a la victoria en cualquier prueba -ya había sido sexta en el gigante olímpico de Sarajevo 84 y había ganado pruebas de la Copa del Mundo-, se despedía así de una consagración que difícilimente podía alargarse cuatro después a AlberiLville, en 1992. En ese momento tendrá 29 años, demasiada edad, en principio, para el esquí de alta competición. Sin embargo, curiosamente, sólo ahora, si pierde la temporada, pero no cansa su motor, podría encarar las siguientes citas mundial y olímpica con nuevos bríos, pese a su veteranía.
Tras Calgary, ya pospuso su retirada con las miras puestas en los Campeonatos del Mundo de 1989 y en la Copa del Mundo 1988-1989. Pero tampoco obtuvo el gran éxito, aunque lo volvió a rozar. Perdió por 19 centésimas la medalla de bronce en el eslalon de Vail, y, en cualquier caso, nunca habría alcanzado el toque mágico, el que siempre queda más para la historia, de una medalla olímpica.
Para la actual temporada 1989-1990, siempre con la frustración del gran triunfo, pero manteniéndose en la elite mundial, su calidad le permitía prolongar su carrera un año más, esta vez sólo con la Copa del Mundo como objetivo.
Pero el sino de Blanca es nadar con fuerza para morir ahogada antes de cualquier orilla. Ahora, difícilmente entrará en la competición apenas iniciada en busca de las grandes victorias que se le han resistido; bien por su inferioridad física, si aún se arriesga a participar en malas condiciones, bien por no hacerlo al operarse.
No tuvo suerte en la primera prueba de Argentina, pero su profesionalidad, precisamente el hecho de que sus caídas históricas, como la de Calgary, habían sido en hielo, la habían llevado a entrenarse especialmente en esta superficie. Y su dureza le ha pasado factura antes de tiempo, cuando estaba tal vez en mejor forma que otras veces y casi en la recta de salida europea, el grueso de la Copa del Mundo. Blanca tiene cada vez más difícil, por no decir imposible, llegar a la gloria máxima. Lamentablemente, parece predestinada a pasar a la historia como una gran esquiadora frustrada.
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