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David Vidal: "El problema basico de Mágicco González es su soledad"

"Prepárese, quiero que juegue estos 10 últimos minutos para que cobre los 50.000 duros de prima" le dice en un partido especial David Vidal a Mágico González. "No, no, mister, que estoy muy cansadito" le responde el fútbolista salvadoreño. Para el técnico del Cádiz, esta anécdota revela la personalidad de González, un virtuoso del balón y de la anarquía. El pasado martes abandonó el entrenamiento con el pretexto de que estaba lesionado y no quiso hablar después con Vidal, que opina que su problema básico es "su soledad". Mágico no pudo ser localizado ayer por este periódico.

"He mantenido 200.000 conversaciones con él", expone con fatalismo Vidal a propósito de González. La 200.001 habría podido sostenerla el martes, pero Mágico le dio esquinazo. "Tengo molestias en los abductores", le había argumentado para retirarse de la sesión preparatoria. "De acuerdo, pero espéreme en el vestuario para que hablemos a fondo", le había contestado él pensando quizá en lo extraño de su dolencia cuando el domingo anterior no había jugado en el encuentro con el Real Madrid. El salvadoreño, "aburrido" según dijo, no le aguardó. Vidal prescindió de él para el de ayer, con el Barcelona Atlétic en la Copa, y elevó a la directiva su enésimo informe sobre él."Nunca hago lefla del árbol caído. Además, me molestaría que se me mal interpretase. En definitiva, mis predecesores también tuvieron que vérselas con él", aclara Vidal, cuyas relaciones con el futbolista se remontan a ocho años atrás, cuando fue contratado por el Cádiz y a él, como segundo entrenador- entonces, se le comisionó para marcarle estrechamente en su pertinaz vida nocturna -una mujer le denunció en julio último alegando que había pretendido forzarla sexualmente- "No creo que se molestase conmigo por aquello. En realidad, le saqué de mil atolladeros. Siempre procuré ayudarle. A su padre, por ejemplo, le llevé al médico un montón de veces", razona Vidal, para quien González no es un caso aparte, sino un componente más de su plantilla: "Como tal, debe comprender que yo soy el que decide las alineaciones en función de las circunstancias".

Vidal estima que Mágico ha "explotado" porque, "por motivos tácticos", no suele actuar últimamente más que en el estadio Carranza, donde la mayoría de los aficionados gaditanos le considera "un talismán". "El fútbol no sólo requiere genialidad, sino también disciplina, colaboración, generosidad... Un equipo lo forman once jugadores, no uno. Se le aprecia. Pero él es como es. Acaso la cuestión sea que le falta fuerza de voluntad. Sigue durmiéndose y llegando tarde a los entrenamientos pese a que, por su reincidencia, las multas se le cuadruplican. Parece que todo le da igual, incluso el dinero. En algún partido se ha perdido la prima por negarse a jugar al final", declara.

"Su única obsesión", continúa Vidal, "es divertirse sobre el césped. Al margen de eso, no dice nada. Es muy introvertido. Desde el punto de vista psicólogico, es seguro que acusa mucho la soledad. Su rendimiento es mayor en las semanas que sus padres pasan periódicamente con él. Su novia salvadoreña le visitó hace poco. Si él quisiera adaptarse... Tiene cualidades naturales para ser el mejor futbolista del mundo y, sin embargo, no ha llegado más que al Cádiz".

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