Efectos psicológicos
La sesión se caracterizó ayer más por los fenómenos psicológicos que por la realidad de las bajas o alzas en los valores. Respecto al primer fenómeno -las previsiones macroeconómicas sobre la inflación y el déficit facilitadas por el Banco de España- los inversores se mostraron cautelosos y no tomaron iniciativas. El segundo fenómeno fue superar la barrera psicológica de los 100 valores contratados, por vez primera desde que la semana pasada entró en vigor la reforma bursátil. Aunque el volumen de contratación superó los mínimos de jornadas anteriores, el mercado siguió en un equilibrio casi absoluto, en el que el índice general provisional subió tres centésimas.
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