Pequeño gran niño

En 1979 se atrevió el cineasta alemán Volker Schlondorff con la adaptación de una novela de Gunter Grass, El tambor de hojalata, la primera suya y la más carismática, un apasionante, desesperado y cruel repaso a la Alemania de entreguerras localizado en su ciudad natal de Danzig y protagonizado por un emblemático niño-hombre que se niega a desarrollarse físicamente, un endemoniado, ambiguo Peter Pan germánico que contempla con cinismo su entorno social, toca el tambor con frenesí y rompe cristales con sus ensordecedores chillidos.Un reto, desde luego, llevar a la pantalla tan importante texto. Un auténtico desafío que emprendió un artista ya experimentado en el trasvase literatura-cine. El tambor de hojalata es sólo una porción de la novela de Grass, la primera parte, suficiente para crear una fábula social compacta, lustrosa y despojada de tintes literarios para adquirir una fuerza y un vigor cinematográficos francamente notables, justamente premiada en Cannes con la Palma de Oro ex aequo con el Apocalipse now coppoliano.Nada que decir de la ración de cine español del día: El huerto del francés es una pretenciosa crónica social vestida de erotismo -es decir, desvestida- muy propia de nuestra apertura, muy mala, muy inútil.