Apedreado en Alcalá-Meco un autocar con 55 familiares de presos 'etarras'

Más de 200 personas -entre policías, guardias civiles, funcionarios de prisiones y familiares suyos- se concentraron ayer en las inmediaciones de la prisión de máxima seguridad de Alcalá-Meco (Madrid) en protesta por el atentado perpetrado por ETA el pasado 8 de mayo, en el que murieron dos agentes. Parte de los concentrados -entre los que se encontraban agentes de paisano- derribaron la valla del recinto penitenciario y apedrearon durante varios minutos un autocar con matrícula de San Sebastián en el que viajaban 55 familiares de presos etarras, ante la pasividad de los policías y guardias civiles uniformados que custodiaban la entrada a la prisión.

Varios de los ocupantes del autocar, entre ellos algún niño y personas de edad, resultaron heridos leves en los incidentes. Tanto el derribo de lavalla como el apedreamiento del vehículo, que duró al menos cinco minutos, fue observado por varias docenas de miembros uniformados del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, quienes no intervinieron inicialmente y que sólo al final formaron un cordón entre los manifestantes y el autocar, donde se encontraban heridos o conmocionados por los golpes varios de los familiares de presos de ETA.En el apedreamiento sólo participaron personas de paisano, algunas de las cuales llevaban pegatinas del Sindicato Nacional de Policía (SNP) -minoritario en el Cuerpo- También intervinieron en la agresión varios familiares de los dos agentes muertos el pasado día 8 y del funcionario de prisiones herido en el mismo atentado.

La madre del policía José Antonio Barrado, muerto en É¡bar (Guipúzcoa) en atentado ocurrido el pasado 18 de diciembre, afirmó, mientras lloraba: "Sólo quiero que hagan con ellos lo mismo que han hecho con mi hijo". "Que los maten, que los maten", añadió.

Pasividad

Los ocupantes del autocar denunciaron la pasividad de las fuerzas policiales ante la agre sión y solicitaron la presencia de ambulancias para atender a los heridos. En un principio no se permitió la entrada de las ambulancias en el recinto. Según fuentes policiales, los familiares de etarras se negaron a ser trasladados al interior de la prisión para ser atendidos de sus heridas.La manifestación había sido convocada por varios sindicatos policiales y de funcionarios de prisiones contra el terrorismo y contra el trato de favor a los presos de la organización terrorista en la prisión de Alcalá-Meco. Se exhibieron varias pancartas en las que se pedía "pena de muerte para los asesinos de ETA" y "el fin de las prisiones de cinco estrellas para los etarras".

La manifestación se inició en el desvío a la prisión en la carretera de Alcalá de Henares a Meco. Ya al inicio se observó a hijos de los manifestantes portando huevos, mientras que diversas personas con pegatinas del SNP hacían acopio de piedras.

[La oficina de prensa de las gestoras pro amnistía de Euskadi hizo público anoche un comunicado en el que se aseguraba que dos guaradias civiles de uniforme tiraron piedras "contra personas indefensas".]

Los manifestantes se acercaron a la prisión y allí comenzaron los incidentes. Las visitas a los internos de ETA se repiten todos los fines de semana.

Tras los incidentes, los manifestantes increparon a los periodistas que habían acudido a interesarse por el estado de los heridos, mientras que un representante del Sindicato Unificado de Policía (SUP) -mayoritario en el Cuerpo- lamentaba los hechos que atribuyó "a familiares de las víctimas del reciente atentado que ETA perpetró en las cercanías de esta misma prisión".

El SUP considera los hechos como "lamentables incidentes obra de exaltados" y agrega en su comunicado que la acción "no se corresponde con el espíritu de la convocatoria".

Ningún portavoz oficial de Interior, ni de la Delegación del Gobierno en Madrid pudo ser localizado ayer para que diese su versión de los hechos.