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Entrevista:

Sergi Bruguera: "Quiero ser el mejor"

El joven tenista español forma una curiosa pareja con Lluís, su padre y entrenador

Alex Martínez Roig

Sergi Bruguera, de 18 años, ha surgido con la velocidad de un proyectil en la clasificación del tenis mundial. Comenzó 1989 el 333º, y ahora es el 43º. Ganó en El Cairo y derrotó a Jimmy Connors (EE UU) y a Andrés Gómez (Ecuador) antes de caer ante André Agassi (EE UU) en las semifinales de Roma, un torneo de gran importancia. Sergi forma una curiosa pareja con su padre, Lluís Bruguera, el entrenador español con más prestigio. Sergi inicia mañana su primera participación en Roland Garros con un objetivo muy claro para el futuro: "Quiero ser el mejor".

, Pregunta. ¿Qué fue primero: que usted cogiese la raqueta o que su padre se la diese?Sergi Bruguera. No me acuerdo. Cuando miro atrás, siempre me veo con una raqueta.

Lluís Bruguera. Tenía cinco años y yo no estaba decidido a que comenzase. Quería esperar un poco más. Pero siempre estaba rondando en los entrenamientos, diciéndole a todo el mundo: 'anda, tírame una bola', y nunca tenía suficiente. Y decidí que, si alguien tenía que enseñarle a jugar, ¿quien mejor que yo para hacerlo?

P. ¿Le gustaba que su hijo jugase al tenis?

Ll. B. Al principio, no quería y nunca le incité a jugar. Fue una cosa que salió de él. Le apunté a natación, a fútbol, a baloncesto, a yudo... Quería que hiciese otras cosas. No quería que escogiese el tenis sin probar otros deportes. Pero, si en las otras cosas lo hacía bien, en el tenis era mejor.

P. ¿Estaba obsesionado con que su hijo fuese tenista?

Ll. B. No, de ninguna forma.

P. Sergi, ¿en aquella época tenía algún ídolo?

S. B. Me gustaba mucho Jimmy Connors. Y, desde los 13 o 14 años, Ivan Lendl. Me gusta todo de él. Su juego, su carácter; todo, menos la volea, que no la tiene buena.

P. ¿Qué diferencia hay entre los partidos que jugaba antes, con las gradas casi vacías, y los de ahora, con miles de espectadores?

S. B. Es mucho mejor cuanta más gente hay. Te animas mucho. Incluso yo prefiero un público que anime a mi rival a otro que se quede callado.

Ll. B. Yo creo que la sensación más importante no es la del público, sino la de haberse dado cuenta de que puede ganar a los mejores. Toda la vida trabajando para estar a este nivel... Conseguirlo es la sensación más especial que puede sentirse.

La primera vez

P. ¿Cuándo fue la primera vez que el hijo ganó al padre en una pista de tenis?Ll. B. (Risas) Él tenía 14 años, estábamos en Boston, jugamos un set en hierba y yo gané por 6-0.

Entonces él me dijo que por qué no ibamos a una pista de tierra, que era su terreno. Él me iba ganando por 5-0 y, por prurito (risas), lo dejamos.

P. Desde entonces, ¿cuántas veces le ha ganado?

S. B. Nunca (risas). Creo que no hemos vuelto a jugar.

P. Lluís, ¿qué virtudes y de fectos ve en su hijo?

Ll. B. Tiene una técnica en el juego muy buena, en todos sus golpes, aunque hay que potenciar muchas cosas. Sería muy malo que ya no se pudiese mejorar nada. Tiene mucho peso de pelota y la aceleración de brazo es muy buena. Sergi tiene mucha mano y salva muchas bolas difíciles. Y eso lo tienen sólo los mejores. Tiene mucho carácter y, además, es muy bueno. Está siempre muy seguro de sí mismo y siempre piensa en lo positivo. Desde pequeño, no le gusta perder en nada, ni al parchís. Me acordaré toda la vida de un día que jugábamos a las damas en casa. Él se enfadó porque perdía y su madre le dijo: "No te enfades, esto es solo un juego". Él le respondió: "No, yo no juego por jugar; yo juego para ganar".

P. Y ahora, Sergi, ¿qué virtudes y defectos ve en su padre?

S. B. Defectos... Quizá se enfada demasiado. Me fastidia que se enfade tanto. No me gusta, pero es que es así. Virtudes... Es el mejor padre que hay en el mundo y, como entrenador, es buenísimo porque siempre está trabajando, encima tuyo, y te ayuda en todo. Él tiene un carácter más ganador que yo.

P. ¿Qué gesto le ha gustado más en estos meses de éxito en su entrada en el circuito?

S. B. Cuando gané en El Cairo, Manuel Santana me envió una carta de felicitación. Decía que estaba muy contento por mi victoria y que me seguía los pasos. Fue muy bonito.

P. ¿En qué ha gastado el dinero que ha ganado?

S. B. De momento, lo he guardado en el banco. Sólo he comprado un aparato de música.

P. ¿Qué quiere conseguir?

S. B. Desde el principio lo tengo muy claro. Cuando soplaba las velas en mis cumpleaños, desde muy pequeño, siempre pedía el mismo deseo: ser el número uno del mundo, el mejor. Lo he pedido muchas veces desde que cumplí los seis años. Pero no tengo ninguna prisa. Este año sirve para vivir experiencias nuevas.

Roland Garros

P. ¿Cómo ve su primera participación en Roland Garros?S. B. Nunca he jugado cinco sets y eso es lo que más me preocupa. Pero voy a coger experiencia y espero no cansarme mucho con las cinco mangas. Es el torneo que más me gusta, junto al de Wimbledon, al que también pienso ir. Sólo he jugado una vez en hierba: cuando me ganó mi padre en Boston (risas).

P. ¿Cree que hay alguien al que no sea capaz de ganar?

S. B. Ivan Lendl.

P. Sergi, ¿qué pasaría si tuviese a su padre enfrente?

S. B. No le entiendo.

Ll. B. Sí, hombre: ¿qué sentirías si yo estuviese entrenando o dirigiendo a tu rival?

S. B. No lo concibo. Cuando gané a mi compañero Arrese, en El Cairo, yo miraba a mi padre constantemente, celebrando los puntos, y veía cómo él no reaccionaba, ya que, claro, dos de sus jugadores estaban en la pista y no podía ayudar a ninguno. Fue una sensación muy rara. Yo estaba emocionadísimo y no encontraba respuesta. No me gustó nada la situación.

P. Sergi, ¿sabe algún chiste de tenis?

S. B. Hay uno muy conocido. El espectador que va a levantarse de su asiento para ir al retrete, escucha al juez de silla diciendo '¡no!'y, entonces, vuelve a sentarse. Así, tres o cuatro veces, hasta que, cuando ya no puede más, el espectador se levanta y el juez dice: "¡servicio, Orantes!". Y, entonces, gritando, se escucha al espectador decir: "¡¡¡oiga, que yo estaba primero!!!"

Muy deprisa

19 centímetros en dos años

"De hecho, ahora todo está llegando muy deprisa", añade Lluís. "El crecimiento, los buenos resultados... Todavía no hemos podido realizar un trabajo completo porque Sergi aún está en edad de crecimiento. Tenemos que ir con mucho cuidado para no romperle".Y entonces, cuando se lanza la pregunta de si Sergi será un jugador que tendrá que luchar mucho por los puntos o si, por el contrario, tendrá facilidad para ganarlos, surge la discusión. "Creo que tendré que luchar mucho", dice Sergi. "No estoy de acuerdo", le replica su padre. Sergi se le queda mirando y, con timidez, expone: "Pero a mí me cuesta mucho ganar los puntos...". "Con el físico y la fuerza que tienes ahora", le explica Lluís, "¡no los vas a sacar a palos de la pista!" Por eso tienes que luchar tanto, ya que, si no, te echarían ellos a palos a tí, hacia Barcelona. Tienes una aceleración en los golpes que los dejas sentados muchas veces. A medida que vayas cogiendo experiencia y más fuerza, te será más fácil ganar los puntos".

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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