El 'síndrome Milán' afecta también a la sección de baloncesto del Real Madrid
LUIS GÓMEZ, La forma de producirse la derrota madridista en el primer partido de la final de la Liga de baloncesto, en el que sufrió un estrepitoso resultado (94-69), ha provocado en el club hondo malestar. De hecho, se habla de síndrome Milán, término acuñado recientemente en el entorno de la junta directiva del Real Madrid para definir situaciones de crisis que demandan cambios. Empieza así a tomar cuerpo la posibilidad de no renovar el contrato al técnico, Lolo Sainz, que llevaba 14 años como entrenador del Real Madrid. Hoy se disputará el segundo encuentro de la final, en el Palau Blaugrana (ocho de la tarde, por los canales autonómicos). La participación de Fernando Martín sigue siendo dudosa.
Los directivos madridistas hablan ya del síndrome Milán cuando se refieren a la sección de baloncesto, no excesivamente popular en el seno de la junta directiva. La mayoría de directivos considera que es una sección cada vez más cara y en la que no son fáciles de encontrar soluciones a pérdidas anuales que rondan los 200 millones. Las últimas renovaciones -los hermanos Martín, Biriukov y Romay- y las últimas adquisiciones -Petrovic, Llorente y Villalobos- han colocado el gasto anual en salarios en torno a los 330 millones de pesetas. No participar en un torneo de gran rentabilidad, como la Copa de Europa, supondría la imposibilidad económica de equilibrar un presupuesto de gastos que se aproximará dentro de un año a los 500 millones, con unas pérdidas que volverán a ser de 200 millones. Una cifra tan alta ha llegado a provocar fuertes declaraciones del presidente Ramón Mendoza, amenazando con la posibilidad de disolver la sección. Esta circunstancia ha provocado ya airadas quejas de algunos socios en las últimas asambleas del club.Sin embargo, esta situación deficitaria era acallada bajo el argumento de que la sección daba gloria a la entidad. A pesar de algunos éxitos parciales en los últimos tiempos -una Copa Korac, una Recopa y una Copa del Rey en los últimos tres años-, el Barcelona es el que ha tomado el dominio de la competición nacional y parece acercarse a un tercer título de Liga consecutivo, un hecho histórico en el baloncesto español. Sin éxitos, crece el descontento de los directivos y ya empieza a hablarse de crisis bajo la denominación del síndrome Milán. Y el síndrome significa cambio, sobre todo el del entrenador.
Lolo Sainz es ya abiertamente criticado entre los directivos, a quien alguno llama, cariñosamente, Leo Sainz, en comparación con su colega futbolístico Leo Beenhakker. El club no ha ocultado que espera a lo que suceda en la final de la Liga para estudiar su renovación, a pesar de los títulos de la Recopa y la Copa del Rey conseguidos recientemente. De hecho, la posibilidad de que Lolo Sainz no renueve se ha filtrado hacia otros clubes, caso del Pamesa y el CAI Zaragoza, que estudian hacer ofertas económicas para contratar al actual técnico madridista. Sainz lleva 14 años como entrenador del Real Madrid.
Fernando Martín, dudoso
Hoy se disputará el segundo partido de la final, también en el Palau Blaugrana, sin que la situación haya variado sustancialmente en el Real Madrid. Mientras Aito García Reneses, el técnico del Barcelona, procura evitar un clima de euforia entre sus jugadores, su colega Lolo Sáinz no sabrá hasta la misma mañana de hoy si podrá disponer de Fernando Martín e intenta combatir cierta desmoralización en sus filas, dado que el Madrid, a pesar de las bajas, no mostró la combatividad acostumbrada. El doctor Miguel Ángel Herrador, jefe de los servicios médicos del club, manifestó ayer que el jugador había mejorado de su lumbalgia, pero que sólo unas horas antes del partido podría tomarse una decisión respecto a permitirle viajar a Barcelona. Fernando Romay, por otro lado, se resintió de la lesión que estaba padeciendo -una rotura fibrilar en el muslo izquierdo- y puede ser baja para todos los partidos de la final e incluso para el Europeo de Zagreb.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.