El PSOE de Vizcaya sustituye a Damborenea sin un debate político sobre las razones
Nicolás Redondo Terreros, hijo del secretario general de la UGT, fue elegido ayer por la noche secretario general en Vizcaya del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), en sustitución de Ricardo García Damborenea, con 3.540 votos (88%), correspondientes al sector oficialista y a los críticos disidentes. Su antecesor durante 11 años no consiguió provocar en el congreso extraordinario una explicación política ni un debate sobre las razones de la crisis y de su aislamiento, pese a pedirlo reiteradamente desde la tribuna.
En la elección se registraron 472 votos en blanco (11 %). La corriente oficialista de Ramón Jáuregui aumenta de forma notable su peso en la ejecutiva al incrementar sus representantes de cuatro a seis, mientras el número total pasa de 19 a 24 miembros.Redondo Terreros, de 30 años, ocupa el cargo una semana después de haber realizado declaraciones públicas rechazando ser candidato. Su designación para la secretaría general fue decidida a última hora en circunstancias rocambolescas, al negarse a aceptarla José Andrés Paul. Viejo ugetista, mano derecha de García Damborenea en el control del aparato del partido y elemento decisivo para el vuelco de la mayoría, Paul sorprendió a todos a media tarde alegando "razones personales".
Cualquier intento para conocer lo sucedido chocó con un muro de silencio. Portavoces oficiales y oficiosos de la nueva mayoría que controlaba el congreso, celebrado a puerta cerrada en un clima de secretismo, insistieron una y otra vez en la imposibilidad de dar más explicaciones y aludieron "a aspectos delicados en el asunto". Algunos delegados también exigieron, sin éxito, una información más amplia para poder comprender la retirada del candidato apoyado inequívocamente por la mañana tanto por la corriente oficialista de Ramón Jáuregui como por la totalidad de los críticos separados de García Damborenea.
El nuevo secretario general llegó a apelar a su condición de caballero para justificar el silencio acerca de las razones de Paul, quien tampoco ofreció ninguna explicación. Redondo Terreros aseguró que se trata de cuestiones "extrapolíticas", sin relación con el reparto del poder en la nueva ejecutiva. Fuentes de los críticos fieles a García Damborenea destacaron el hecho, de que las asambleas de las agrupaciones locales se han celebrado sobre la base implícita de que sería Paul quien ocupara la secretaría general.
En su discurso ante los delegados Redondo Terreros se refirió a las circunstancias para justificar su elección, pidió colaboración a todos los militantes y dijo que Damborenea "ha llevado el partido extraordinariamente bien". El secretario general del PSE y vicepresidente del Gobierno vasco, Ramón Jáuregui, recibido con pateos por una parte minoritaria de los asistentes, dedicó su intervención a las próximas elecciones europeas, después de pedir escuetamente a los congresistas que "pasen la página
Las críticas hacia el Gobierno llegaron a los oídos de los delegados y los nuevos y viejos dirigentes de boca del secretario general de UGT de Euskadi, Alberto Pérez. "No se está en la vía correcta para corregir las desigualdades, cada vez más acentuadas", aseguró.
García Damborenea aplaudió de pie a su sucesor, antes de anunciar que va a dedicar los próximos días a pensar. Durante el debate congresual, el secretario general saliente había pedido sin éxito una explicación política de la dimisión de la mayor parte de su ejecutiva, origen de la convocatoria del congreso extraordinario y había rechazado las críticas de ambición, personalismo o indisciplina dirigidas hacia su persona.
Pidió a los delegados que revisen lo que ha sacado en beneficio personal durante 11 años al frente del partido en Vizcaya y que tengan en cuenta "el modelo de ambicioso desarrollado por el PSOE, caracterizado sobre todo por estar sempiterna y aquiescentemente callado".
