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"Los partidos no pueden diseñar el futuro sindical"

Entrevista con Jean Kaspar, secretario general de la Confederación Francesa de Trabajadores

Los sindicatos franceses se sienten decepcionados por la presidencia comunitaria de Felipe González. El secretario general de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), Jean Kaspar, esperaba que los hechos coincidieran con los discursos y que se avanzase en la construcción del espacio social europeo. El dirigente, que en noviembre pasado sustituyó a Edmond Maire al frente de la CFDT, cree que en su país ya se ha resuelto el debate sobre la autonomía de las centrales, aunque comenta con ironía que todavía algunos socialistas franceses sueñan con controlar los sindicatos.

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El secretario general de la CFDT, quien asegura que "los partidos no pueden diseñar el futuro de los sindicatos", se ha reunido este fin de semana en Madrid con Nicolás Redondo y con la dirección de UGT y coincide en sus críticas a unas políticas económicas que ponen el acento en recomponer los desequilibrios y posponen la política social.Ante el mandato comunitario francés en el segundo semestre del año, la CDFT exige "un compromiso claro, contundente, de concretar la dimensión social del gran mercado europeo". Jean Kaspar pretende ser prudente en sus críticas al Ejecutivo español, pero reconoce que los avances no han sido muy positivos. Desea que "los responsables políticos pongan en concordancia declaraciones y hechos para que no se alejen de la gran mayoría de los trabajadores europeos".

Pregunta. ¿Qué efectos cree va a tener el mercado único para los trabajadores y los parados europeos?

Respuesta. El gran mercado puede ser fuente de dificultades o de progreso. Si hay voluntad política y los sindicatos son capaces de converger en los temas esenciales, Europa puede ser una fuente de progreso en relación al paro y las condiciones de vida de los trabajadores. No se hará Europa con una repercusión esencialmente financiera, monetaria y comercial.

P. ¿Qué opinión le merecen las discrepancias entre UGT y el partido socialista español?

R. No me corresponde hacer un juicio sobre el debate que se realiza en España y respetamos las decisiones que está tomando UGT. Lo que puedo decir es que después de las conversaciones mantenidas sentimos importantes coincidencias en tres puntos: el análisis de las políticas económicas que se están aplicando, el papel del sindicato en la sociedad futura y la voluntad de construir una Europa social.

P. Ustedes han vivido problemas similares.

R. Es cierto que hemos tenido momentos difíciles, y un problema fue el que se planteó en 1986, cuando la CFDT, dentro de la línea iniciada hace ya varios años de ir recuperando su autonomía, decidió no pedir el voto para ninguna opción política. Evidentemente, eso creó problemas entre la CFDT y el Partido Socialista.

Partido y sindicato

Con el tiempo las heridas se van restañando, pero hoy día todavía algunos miembros del Partido Socialista francés sueñan con lo que eufemísticamente se llama una recomposición del panorama sindical, que es veladamente la idea de crear un sindicato mucho más al servicio de las estrategias del Partido Socialista. Es una operación que, en caso de que se plantease en serio, estaría destinada al fracaso. Nunca los partidos podrán diseñar el futuro de los sindicatos, o, dicho de una manera más cruda, que los partidos se ocupen de sus problemas, que nosotros nos ocuparemos de los nuestros.P. ¿De qué manera están afrontando los sindicatos los brotes de racismo que están surgiendo en su país?

R. Estamos decididos a enfrentarnos con toda contundencia a este problema, porque el racismo es un insulto a la inteligencia y al espíritu del hombre. Estamos decididos a no quedarnos sólo en la teoría y a encontrar respuestas a los problemas de vivienda, protección social e integración cultural de estos grupos. La teoría indica que no conviene negar la diferencia, pero una sociedad puede enriquecerse con la acumulación de culturas.

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