`Pierre Bernardo Pasolini´
Un joven cinéfilo, Bernardo Bertolucci, admirador incondicional de Godard o Pasolini -de quien había sido ayudante de dirección-, debutó como realizador en 1962 con La Commare secca. La influencia del autor de Teorema era poderosa y lógica: la película debía haberla filmado el maestro -suyo era el guión, en el que también colaboró su habitual Sergio Citti-, pero por problemas de tiempo confió la batuta a su aventajado discípulo. La historia, a partir del hallazgo del cadáver de una prostituta a orillas del Tíber, contenía toda la pasoliniana poesía de, por ejemplo, Accatone, esa poesía,de la marginalidad, la miseria, la dignidad desahuciada por una sociedad injusta, con ecos neorrealistas y una estructura argumental próxima al Rashomon de Kurosawa (curiosamente, dos años después, en 1964, Martin Ritt volvería a ese esquema para vertebrar Cuatro confesiones) y consistente en dar varios y opuestos puntos de vista de los hechos. El resultado es una película austera, dura, predice un brillante futuro en su autor, Bertolucci, que con el tiempo pasará por el aplauso enfebrecido de los públicos y, más tarde, el rechazo de esos mismos públicos. La polémica sobre su talento y la validez de su obra puede proseguir, esta misma madrugada, ante la atenta contemplación de su opera prima.Dos comedias bastante tontorronas en el resto del lote de TVE. Una, 50 millones y una mujer, va de finanzas, amor y golpe perfecto; la otra, El autobús atómico, es una parodia del cine de catástrofes, con un descomunal autocar a guisa de transatlántico o rascacielos.
La commare secca, a las 0.20; 50 millones y una mujer, a las 7.30; El autobús atomico, a las 16.05, todas ellas por TVE-1
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