_
_
_
_

Patrizia Riccardi,

la italiana que amenazaba con dar a luz en una caravana aparcada frente a la Embajada de la República Popular China en Roma como presión para que su marido, Zhu Juwang, fuera autorizado a abandonar aquel país, ha conseguido su propósito. La pareja se reunió ayer en Roma después de que Pekín permitiese la salida de Zhu "por consideraciones humanitarias y por la amistad entre la República Popular e Italia", según el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_