Los españoles se limitaron a colocarse para dar la batalla en el GP de Japón

Los pilotos japoneses volvieron a marcar su ley en los entrenamientos oficiales del Gran Premio (GP) de Japón, que se ha celebrado esta madrugada en el circuito de Suzuka y que abría el Mundial de velocidad. Los españoles -alguno de ellos debutante en este trazado, como Jorge Martínez Aspar (Derbi)- se limitaron a colocarse en condiciones de dar la batalla en las carreras.

Pese a que el pequeño y espectacular Ezio Gianola (Italia, Honda, 2.26.98 1) y el joven pecoso John Kocinski (EE UU, Yamaha, 2.17.042) lograron la pole position (primer puesto en la parrilla de salida) en 125cc y 250cc, respectivamente, la tropa de kamikaces japoneses copó los primeros lugares de esas parrillas y, además, contó con su capitán Tadhiko Taira (Yamaha, 2.11.866) para conseguir la primera plaza en la categoría reina de 500cc.Fractura de clavícula

El sábado fue el día de las caídas para desgracia de gente tan valiosa como el jovencísimo Alex Crivillé (JJ-Cobas), que sufrió fractura de la clavícula izquierda, lo que le obligó a ser operado urgentemente para poder estar a punto dentro de 15 días en Australia, y Juan Ramón Bolart (Honda), que se fracturó el pie izquierdo. Otros que sobrevivieron a las caídas fueron Aspar, Herri Torrontegui (Honda) y Rafael Roses (Metrakit-Cobas). Los demás, pese a sufrir un montón de sustos, corrieron mejor suerte y, a excepción del andorrano Xavi Cardelus (JJ-Cobas), todos consiguieron un puesto en las parrillas. La moto de Cardelus, que ha venido a Japón con una sola moto y sin recambios, no funcionaba por debajo de las 10.000 vueltas.

Suzuka es un circuito terrorífico, de 5.589 metros, donde los japoneses están hartos de correr y donde los muchachos de ojos estirados intentan agradar a las fábricas para que continúen confiando en ellos, aunque la mayoría de esos jóvenes no se desplazaran a Europa a seguir el campeonato. Curiosamente, esos japos se conocen el circuito con los ojos cerrados y superan a los extranjeros, que deben trazar las curvas ciegas con mayor cautela. Con máquinas de velocidad punta inferior, los japoneses dominaron. Aspar (Derbi, 216 kilómetros por hora), el alemán Reinhold Roth (Honda, 252 km/h) y el norteamericano Kevin Schwantz (Suzuki, 291 km/h) han sido los más rápidos en recta.

Las primeras sorpresas de la temporada, que deberán confirmarse en los próximos grandes premios, han sido la dificultad que el valenciano Julián Miralles (Derbi, 2.32.726) tiene para hacerse con la bala roja, la consolidación de Torrontegui (Honda, 2.30.151) y el pianista valenciano Roses (2.30.194), la demostración de que Alfonso Sito Pons (Honda, 2.17.748), Joan Garriga (Yamaha. 2.18.403) y Carlos Cardús (Honda, 2.18.846) siguen dispuestos a pelearse por la victoria, la preocupación de que Daniel Amatriain debe trabajar de firme para adaptarse a una moto oficial de 250cc -logró únicamente el puesto 30 de la parrilla- y la confirmación de que Alberto Puig (Yamaha, 2.20.391) puede ser un excelente piloto. Alguna otra cosa también quedó claro en los ensayos de Suzuka. Por ejemplo, que el duelo Yamaha-Honda en 500cc puede ser este año más mortal que el pasado, con la inclusión de una excelente Suzuki. Que el campeón, el norteamericano Eddie Lawson, no domina todavía los trucos de su nueva Honda y que el gran Freddíe Spencer lempieza a tomarse las cosas en serio y, como él mismo dice, "quiero hacerme con la moto en Suzuka y Australia, para intentar la victoria en EE UU a finales de mes; la verdad es que no es fácil codearse con los mejores tras dos años lejos de la alta competición".