Baltazar quiso asegurarse el 'Pichichi' en 90 minutos

Cuando un guardameta de la categoría de Pumpido dobla la rodilla seis veces, seis, para recoger el balón de su propia portería es que su equipo se encuentra al borde del traumatismo general. Y, viendo anoche al Betis caerse por la derecha, por la izquierda, por el medio, por delante y por detrás, no cabe, más diagnóstico que el de ingresarlo con urgencia en la UCI. Así que, ante un Betis que sólo pegó con su muleta de apoyo en los primeros minutos, posiblemente con el sano propósito de disimular su profunda cojera, Baltazar encontró el rival adecuado para marcar tres goles, sumar 15 en la Liga y sacar ya siete de ventaja a Hugo Sánchez. Pero Baltazar se equivocó porque se obcecó en proclamarse máximo goleador del campeonato en 90 minutos.El delantero brasileño quiso salir ayer Pichichi de la Liga y se emborrachó de balón, cuestión ésta que parecía materia reservada en el Atlético de Futre. Baltazar perdió un par de ocasiones clarísimas ante el meta argentino y, lo que fue peor, hizo perder a sus compañeros, sobre todo al nuevo internacional, Manolo, la posibilidad de lucirse y acumular mayores méritos para la selección con algún otro tanto de cosecha propia. Pero no fue noche la de ayer en el Calderón para censurar nada en el Atlético, ni siquiera cierta descompensación a la hora de cerrar huecos por el centro de su medio campo y de la zona defensiva que se dejó sentir en los primeros minutos. No es que el equipo de Atkinson jugase un magnífico partido, como así fue; sencillamente, disfrutó jugando con su débil adversario.

Gerardo Martínez Retamero parece haberse especializado, desde su sillón presidencial del Betis, en armar cada año un equipo de retales. Y nadie podrá negarle que no lleva dos temporadas armándola por el Villamarín. Este Betis no vale ni para un roto ni para un descosido y, a la vista de la imagen que ofrece, cabe aconsejar a Retamero varias cosas. Lo primero, despedir de manera fulminante a sus asesores técnicos encargados de aconsejar los fichajes del equipo. A continuación convendría mandarle el finiquito al técnico que es capaz, como ayer Eusebio Ríos, de presentar un sistema de juego con los agujeros defensivos del bético. Y, finalmente, el ahora atlético Parra, que no guarda buen recuerdo del presidente tras sus años en el Betis, añadiría con convicción que Retamero debería acompañar en su salida a los despedidos.

El Atlético entusiasmó a sus pocos fieles que desafiaron la fría y lluviosa noche madrileña. Todos disfrutaron con los goles de Baltazar, con la habilidad de Manolo y, sobre todo, con un par de genialidades de Futre. El portugués marcó dos goles, uno de ellos en espléndida jugada individual tras escaparse de Job y superar a Pumpido, y realizó un par de caños a dos rivales que acabaron por destrozar la frágil moral bética.

Ahora, tras los triunfos de Atocha y el de ayer, Atkinson puede seguir tomando el té como acostumbra hacer en el vestuario antes de los entrenamientos. El Bernabéu espera el sábado.