Un tesoro a las siete de la madrugada

La película estrella de hoy es, que duda cabe, Gigante, magna -y supertaquillera- producción de la Warner de 1956, en la que coincidieron tres pedestales de la mitología inmarcesible del séptimo arte, Rock Hudson, Elizabeth Taylor y James Dean, éste en su postrera interpretación, a pocos días de su accidente mortal.Basada en la novela de Edria Ferber y dirigida -muy clásicamente, un aspecto que hoy le da un innegable atractivo- por George Stevens, su columna vertebral la forjan costillas melodramáticas de toda la vida, hoy reactualizadas mediante ese mosaico permanente de series televisivas en que la ambición, el sueño americano y las pasiones humanas de todo tipo campan a sus anc has.

No hay en su tratamiento aspectos sublimadores como los que diera a sus obras Douglas Sirk, pero, pese a ello, volver a Gigante, a la larga y tejana historía de esas gentes siempre abocadas a un progreso que a veces es un retroceso, tiene su interés.

Sin embargo, el buen aficionado -en una programación que completa la nueva y aburridilla aventura del muy rnaligno supervíllano oriental Fu-Manchú en la hora de la sobremesa- tiene un tesoro hacia las siete de la madrugada, La marcha hacia Roma, película inédita en nuestras pantallas del prolífico Dino Risi.

Zigzagueante

No un Risi cualquiera, ojo, sino un Risi de la mejor cosecha, un Risí de 1962, recién franqueada esa obra maestra que fue Una vida dificil y a un paso de la grandiosa La escapada, de El éxito y de Monstruos de hoy, es decir, los mejores momentos en la filmografla algo zigzagueante pero siempre meritoria de Risi.La marcha hacia Roma propone una humorística lectura de la Italia fascistoide y en vías de convertirse, políticamente, en una olla de grillos.

Al igual que en La escapada, dos personajes -Vittorio Gassman, corno en aquélla, y Ugo Tognazzi, un dúo formidable- de extracción social opuesta y caracteres antagónicos se constituyen en espejo de la sociedad, estigmas de la historia del pueblo italiano, y a pesar del continuo florecer de la rnejor comedia, el residuo que deja Risi en el espectador es totalmente amargo, gusto al que no son ajenos los conspicuos Scarpelli, Maccari y Scola, colegas de Risi en el guión.

Gigante, se emite a las 0.50 horas, La venganza de Fú-Manchú, a las 16.05 horas, y La marcha hacia Roma, a las 7.25, todas en TVE-1.