_
_
_
_
_

El doctor Gutiérrez admite que hubo irregularidades en el control 'antidoping' que realizo en Barcelona

El doctor Gutiérrez, responsable del control antidoping realizado el pasado 13 de julio en la reunión de atletismo de Barcelona, admite que hubo irregularidades en las tomas de las tres atletas que establecieron récords de España. "Angelines Rodríguez y Ángeles Barreiro utilizaron botellas de agua para depositar la orina, y Cristina Pérez, un frasco reglamentario, pero no tuvo la oportunidad de elegir entre varios, como es preceptivo" reconoce el doctor Gutiérrez. Cristina Pérez niega que realizara el control sobre un frasco reglamentario. El Comité Superior de Disciplina Deportiva investiga el caso.

El 13 de julio de este año, el doctor Gutiérrez, según su propio testimonio, disponía de 10 frascos para que los atletas pasaran el control antidoping y otros 12, más pequeños, donde enviar la orina al laboratorio. Este material permitía hacer un máximo de seis controles, porque así los atletas podrían elegir entre 10 frascos donde depositar la orina, que luego se repartiría en otros dos más pequeños, uno para el análisis y otro para el contraanálisis si hiciera falta. "Este material estaba reservado para la reunión internacional, es decir, para los atletas que bien por sorteo o por hacer récord mundial tuvieran que pasar el control, no para quienes me lo solicitasen voluntariamente", matiza el doctor Gutiérrez.Durante la reunión, tres atletas, Cristina Pérez en 400 vallas, Angelines Rodríguez en 3.000 metros y Angeles Barreiro en disco, establecieron récords de España. Las tres se presentaron al doctor Gutiérrez para pasar control antidoping porque la Federación Española de Atletismo así lo exige para homologar un récord que se obtenga fuera de una competición oficial. "No pude poner a su disposición un material que necesitaba para las exigencias de la reunión, máxime cuando Bubka intentaba el récord mundial de pértiga", confiesa el doctor Gutiérrez. "Si tenían que pasar un control para la federación española, ella era quien me tendría que haber proporcionado el material. Dije a las atletas que lo pasaran al día siguiente en Madrid, pero ante su insistencia, puse a su disposición lo que tenía en esos momentos, unas botellas de agua y uno de los frascos reglamentarios".

Según la versión del doctor Gutiérrez, Cristina Pérez cogió el frasco, y las otras dos atletas, las botellas de agua. "Las botellas, por ser de agua mineral y haber sido abiertas en mi presencia, me ofrecían todas las garantías. Es impensable que en una botella de esas características pueda haber restos de productos farmacológicos. Eran tan estériles como el frasco que cogió Cristina Pérez", afirma el médico. Éste admite que la irregularidad en el control estuvo en que ni las botellas son admitidas para realizar el control, ni Cristina Pérez tuvo opción a escoger entre varios frascos, como manda el reglamento: "Realicé el control porque las atletas así lo desearon. Me dijeron que al día siguiente no podrían reunirse en Madrid y que preferían pasarlo en esas condiciones".

Cristina Pérez afirma ahora: "No podía retrasar la realización del control porque sería utilizado en mi contra por todas aquellas personas que habían lanzado una campaña contra mí. Lo que no me podía imaginar era que alguien pudiera haberme dado algo para que diera positivo". También rechaza que utilizara para el control un frasco reglamentario, como señala el doctor Gutiérrez.

Las muestras de cada atleta, posteriormente, fueron repartidas en dos frascos más pequeños para su envío al laboratorio de Madrid. Allí llegaron en impecables condiciones de presentación. La doctora Cecilia Rodríguez, directora del centro, así lo atestigua: "Cualquier muestra que nos llegue con una dudosa presentación es rechazada. Lo que sí ignoramos es el tipo de recipiente donde primero se depositó la orina".

Guardar el secreto

El pasado 5 de agosto, Cristina Pérez recibió la notificación de que el análisis había dado positivo. Solicitó el contraanálisis. "El resultado sólo se me comunicó verbalmente", afirma la atleta, "y en la federación también me dijeron que no me preocupase en absoluto porque tenían constancia de que el control había sido irregular, por lo que el caso quedaba archivado. Yo podría seguir compitiendo tranquilamente. Sólo se me pidió que guardase el secreto porque era mejor no airear el asunto en un momento en que había una fuerte campaña contra mí. Además, como se consideraba el positivo nulo, no había que darle publicidad. Euférniano Fuentes, mi novio y médico, fue la única persona que estuvo al corriente del caso".Cuando el Consejo Superior de Deportes solicitó explicaciones a la federación, el positivo se hizo público. El tema pasó al Comité Superior de Disciplina Deportiva, que desde la semana pasada realiza diligencias sin haber llamado a Cristina Pérez. La federación mantiene que no puede sancionar a una atleta que ha pasado múltiples controles con resultado negativo y que ha dado positivo con un estimulante que no resulta adecuado para su especialidad y, además, en un control realizado irregularmente

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_