El alcalde de Móstoles quiere suprimir los encierros en los que el público apedrea a los toros

Bartolomé González, alcalde socialista de Móstoles, anunció ayer su propósito de suprimir del programa de fiestas los encierros taurinos en su forma actual porque suponen "un martirio para los animales y un peligro para las personas". La Comunidad de Madrid, que se encuentra impotente en estos momentos para prohibirlos, anuncia una ley -similar a la vigente en Cataluña- para erradicar los malos tratos a los animales. Los últimos encierros en Móstoles produjeron una docena de heridos no por la acción de los toros, sino por las pedradas que el público dirige masivamente a los astados.

Autoridades, colectivos ciudadanos y asociaciones ecologistas han resaltado la brutalidad del festejo. Este periódico intentó ayer sin éxito recabar la opinión de la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor. La Asociación de Defensa de la Naturaleza (Adenat) ha dirigido un escrito al Ayuntamiento de Móstoles para que acabe definitivamente "con el espectáculo más salvaje de toda la Comunidad".Durante los encierros celebrados en Móstoles el martes y el miércoles pasado las reses fueron literalmente acribillados a pedradas, porrazos y pinchazos por amplios sectores del público. Tridentes construidos con un palo y un tenedor, tirachinas y hondas son las armas habituales que se utilizan para maltratar y apuntillar a los toros y, de rebote, a las personas. "En estos encierros ya no hay cogidas ni heridas por asta de toro. La mayor parte de las curas que hemos hecho han sido por causa de las pedradas", confesaba el miércoles un miembro de la Cruz Roja encargado de la asistencia en estos festejos. Supresión

La gravedad de estos hechos fue abordada, fuera del orden del día, por la comisión de Gobierno de la corporación de Móstoles. El alcalde se mostró dispuesto a suprimir los encierros tal y como se realizan en la actualidad -soltando varios toros durante horas para que al final acaben apuntillados-, y sustituirlos por otros al estilo tradicional de Pamplona, informa Juan Antonio Carbajo. Para ello, el equipo de gobierno estudiará la posibilidad de construir una plaza de toros que sirva además como recinto para otros tipos de espectáculos de masas. Bartolomé González calificó de "martirio para los animales y peligro para las personas" los actuales encierros.

La Comunidad de Madrid también ha tomado cartas en el asunto. La Agencia del Medio Ambiente (AMA) está dispuesta a terminar de una vez con estas bárbaras manifestaciones. José Vicente Olmo, director general de Medio Natural de la AMA, ha puesto de manifiesto la falta de una legislación específica de protección y defensa de los animales que pueda ser de estricta aplicación ante hechos como los de Móstoles: "Legalmente no se puede hacer nada contra estos festejos, pero ya estamos estudiando la posibilidad de crear una ley, al estilo de la que ya está vigente en Cataluña, para acabar con estos actos que desde luego condenamos".

Las asociaciones ecologistas han coincidido en tildar de "salvajes" y "animales" a las personas que apedrearon a los toros en los encierros de Móstoles. Javier Arnaiz, de Adenat, ha denominado "ensañamiento criminal" esta manifestación festiva "que no se puede calificar en ningún caso de festejo popular tradicional, sino de cruel atavismo". Este colectivo ha enviado un escrito de protesta al Ayuntamiento de Móstoles, en el que pide la suspensión de esta actividad y su sustitución por otro espectáculo menos brutal. Un miembro de la Coordinadora Madrileña de Defensa de la la Naturaleza manifestó que el único nombre que puede darse a este encierro es el de "burrada".

A todas estas reacciones hay que sumar las de las propias pefías festivas de Móstoles, que ya manifestaron su descontento cuando el Ayuntamiento sacó el encierro de las calles céntricas del pueblo. Según dijeron algunos de sus miembros durante el encierro del martes, que fue especialmente cruel "nosotros preferimos correr los toros que maltratarlos".