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Un espectacular escape de gas colapsa la calle de Alcalá y obliga a evacuar el edificio de Correos

Una espectacular fuga de gas en plena calle de Alcalá colapsó ayer el tráfico en las inmediaciones de la plaza de Cibeles y obligó a evacuar una parte del edificio de Correos por temor a una explosión. El escape, que provocó un surtidor de polvo y cascotes, fue causado por las obras que realiza una contrata de Gas Madrid para introducir canalizaciones subterráneas en la zona. La actuación en la calle de Alcalá es una más de la decena de obras sin terminar que aguarda a los madrileños a la vuelta de las vacaciones. Los atascos ya se hicieron notar ayer, víspera de la operación retorno.

"Fue como una enorme humareda que subió hasta el tercer o cuarto piso". El director general de Correos, José María Serrano, contempló desde su despacho la lluvia de polvo y cascotes que provocó el escape de gas ocurrido alas 11.30 de ayer en la calle de Alcalá, 55. El edificio de Correos se impregnó de un fuerte olor a gas, y Serrano decidió evacuar a los cerca de 300 funcionarios que trabajan en esa parte del edificio. El secretario general de Comunicaciones, José Luis Martín Palacín, se libró de la evacuación al estar fuera del inmueble.En la calle reinó el desconcierto. Los propios obreros de la empresa Obras y Servicios Hispania, SA, responsables de las obras, cortaron el tráfico en la calle de Alcalá en espera de la Policía Municipal y de los bomberos. El escape tardó en controlarse más de 10 minutos.

La rotura de la canalización del gas, transversal a la calle de Alcalá a medio metro bajo tierra, fue provocada por un operario que manipulaba una grúa perforadora. Vecinos de la calle de Alcalá afirmaron que las mismas obras causaron el lunes la rotura de la red de agua.

Los responsables de Obras y Servicios Hispania, contrata de la compañía Gas Madrid, se negaron a dar explicaciones y reanudaron las obras hora y media después del accidente Un portavoz de Gas Madrid restó importancia al incidente y señaló que no hubo riesgo de explosión. La misma fuente señaló que las obras de Alcalá no están relacionadas con la implantación del gas natural, que obligará a levantar 75 kilómetros de calles céntricas.

Atascos comparables al que provocó el escape de gas (la calle de Alcalá estuvo cortada media hora) se produjeron ayer en varias calles por culpa de la fiebre de obras sin terminar que aguarda a los madrileños a la vuelta de vacaciones.

A obras subterráneas en calles como Infanta Isabel, Ríos Rosas y Narváez se añaden otras iniciadas a finales de agosto en Hortaleza, Sagasta, Luchana, Pablo Iglesias, Santa Engracia y Arturo Soria. En el cruce del paseo de la Castellana y General Perón, la apertura de un socavón provoca retenciones desde hace tres semanas.

El Ayuntamiento ha decidido abrir el paso subterráneo de la plaza de Manuel Becerra, cerrado en agosto, pese al retraso de las obras de acondicionamiento del túnel, que continuarán en septiembre por la noche.

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