Michael Jackson,

cantante que hace poco finalizó su multitudinaria gira por España y que ahora se encuentra concentrando muchedumbres en el Reino Unido, tuvo ayer un detalle cálido y humano durante su concierto en el estadio londinense de Wembley. Ante más de 80.000 espectadores, Jackson interrumpió su impecable espectáculo a los 20 minutos de su comienzo para, con lágrimas en los ojos, pedir a todos una oración por la salud de la actriz Elizabeth Taylor, de quien es amigo personal. Explicó a su audiencia que su querida amiga se encontraba muy enferma y rogó que inclinasen sus cabezas en señal de respeto durante unos cinco segundos. Seguidamente dedicó a la actriz una versión emocionada del tema I just can`t stop loving you. Elizabeth Taylor, de 56 años de edad, acaba de salir de un hospital de Santa Mónica, California, después de sufrir una delicada operación de la columna vertebral, considerada por los médicos como extremadamente peligrosa, pues podría dejarla paralítica. La actriz presentaba problemas con su espalda desde que, en 1944, se cayó de un caballo durante el rodaje de la película National velvet.