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GENTE

Francesco Cossiga,

presidente de la República Italiana, tendrá que decidir sobre una cuestión de faldas. El caso de Lucia, de 27 años, guardia de tráfico del Ayuntamiento de Bardolino, en el lago de Garda, cerca de Venecia, ha llegado hasta la mesa del presidente porque la agente se ha negado a ponerse, cuando está en acto de servicio, la falda que le impone el reglamento. Y ha decidido ir en pantalones. El alcalde, democristiano, severo guardián de la ley, se emperra en obligarla a quitarse los paritalones y la joven guardia ha dicho que de eso nada. Y lo ha razonado así: "Yo voy en moto y tengo que enfrentarme con los rudos jóvenes alemanes que hacen locuras en el lago. Soy el único guardia mujer. Y no puedohacer mi trabajo con falda". Con pantalones todo es distinto y los hombres se distraen menos Ahora, sobre el caso, deberá decidir el serio, católico, democris tiano y magistrado Francescic Cossiga.

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