Un recluso de Carabanchel libera al capellán de la prisión tras retenerlo durante cuatro horas
Un interno de la prisión madrileña de Carabanchel, Vicente Gigante Real, de 31 años, retuvo en la tarde de ayer durante casi cuatro horas al capellán del centro, a tres de sus colaboradoras y a 34 reclusos. Sobre las 18.20, durante la celebración de una misa en el centro, el recluso, armado con un pincho (cuchillo de fabricación casera) advirtió al sacerdote de que iba a retenerles hasta conseguir que se revisase su causa. También exigió la presencia de su mujer. Después de un encuentro con ella, liberó a los rehenes sin que se produjeran incidentes.
El recluso, cuchillo en mano, dio orden al grupo de internos de alinearse contra la pared. Según dijeron el sacerdote y sus colaboradoras -dos de ellas religiosas- al concluir su secuestro, no fueron en ningún momento amenazados durante la retención, que se prolongó hasta las 22.15. El capellán manifestó que el interno se mostró siempre tranquilo, y añadió que durante las misas no hay funcionarios presentes, porque "es un espacio de libertad". Sin embargo, un funcionario declaró que había un compañero suyo en la celebración religiosa, y que Gigante inició su acción aprovechando su ausencia.Vicente Gigante, que cumple condena de 23 años de prisión por un delito de robo con homicidio cometido en 1977, pidió la presencia del fiscal -para exigirle la revisión de su causa-, y también la de su mujer, Carmen Carmona. La dirección del centro atendió esta última petición, y la esposa del recluso entró en Carabanchel pasadas las 21.30 de ayer. Cuando se encontró con ella depuso su actitud, entregó el arma, y mantuvo una conversación con ella, el capellán y sus colaboradoras. Pasadas las 22.30, Carmen Carmona abandonó el recinto penitenciario.
Según manifestó el sacerdote a las once de la noche, el recluso mantiene, para justificar su acción, que no cometió el delito por el que fue condenado: "Él relaciona este robo con homicidio con los policías del caso el Nani, que fueron los que le detuvieron a él y a sus compañeros. Además tiene un problema de desajuste emocional familiar, que le afecta muchísimo".
Por su parte, Carmen Carmona declaró que su marido se sentía más tranquilo y que éste le había manifestado "que le iban a ayudar" en la revisión de la causa.
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