Un muerto accidental tras el partido RFA-Holanda
La victoria de Holanda sobre la RFA, cuyo seleccionador, Franz: Beckenbauer, fue confirmado en su cargo hasta 1990, provocó numerosos incidentes en Hamburgo y la muerte accidental de un hincha holandés que estaba celebrando el tríunfo de su equipo.El joven neerlandés fallecído, del cual la policía sólo ha divulgado que tenía 24 años, festejaba el éxito de su selección en el balcón de su habitación en un hotel cuando cayó a la calle. Participaba en una fiesta, con unos amigos, en la localidad de Linnich (RFA), muy cerca de la frontera con Holanda. El infortunado aficionado y sus acompañantes pertenecen a un grupo de estudiantes que, por medio de un intercambio cultural, realizaban una especialización en una empresa papelera de Linnich.
Ésta es la segunda víctima mortal relacionada indirectamente con la Eurocopa. La primera fue un aficionado irlandés que cayó al río que discurre por Francfort y se ahogó.
En Hamburgo, tras la semifinal, 47 germanos fueron detenidos en la noche del martes. Muchos de ellos participaron en una pelea violenta que enfrentó a 200, con piedras y cócteles Molotov, con fuerzas de la policía. Un portavoz de los agentes informó de que 14 de éstos habían sufrido heridas de diversa consideración en los incidentes, que se produjeron en la zona portuaria.
La policía llegó a desplegar a 1.000 efectivos en la zona para controlar los posibles enfrentamientosentre holandeses y alemanes.
Enfrentamientos
Los hinchas alemanes, muchos de ellos skinheads (cabezas rapadas), se enfrentaron no sólo a la policía, sino que libraron una auténtica batalla campal con los habitantes de la Hafenstrasse, calle en la que antiguos ocupantes de viviendas desarrollan un modelo experimental de comunidad.
Los habitantes de esta zona, ante la invasión de su territorio por los seguidores violentos, lanzaron contra estos numerosas piedras.
En un incidente anterior, nada más finalizar el partido, unas 20 personas fueron detenídas después de que un grupo de hinchas lanzara bombas de gas contra la policía.
En Amsterdam, miles de personas se lanzaron a la calle para celebrar la victoria. La policía, en muchos casos, se unió a ellas ante su carácter festivo.
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