Un montaje organizado
Pregunta. ¿Qué pasa por su cabeza cuando se enfrenta a los mejores?
Respuesta. Noto que juegan mejor, que tienen más recursos, y eso me coarta un poco. Creo que debo mejorar en este aspecto. Debo concentrarme mejor en los puntos decisivos, jugarlos al 100%, lo que hacen los mejores. Aunque en el tenis, y ya tengo cierta experiencia para decirlo, suceden cosas muy extrañas. Si sales a la pista pensando que vas a perder, pero que tienes que luchar, puedes ganar. Si sales sin una idea fija, a ver qué pasa, es muy fácil que pierdas.
P. Y ahora que conoce a fondo el circuito, ¿qué le parece a usted?
R . El circuito es un monta je organizado, principalmente, para ganar dinero. Las relaciones personales prácticamente no existen o son absolutamente superficiales. Jamás llegas a saber cómo es la gente que te rodea en los torneos. Eso sí, cuanto más arriba estás en la clasificación mundial, mejor trato recibes. En este sentido, el circuito es algo injusto.
P. Y a su hermana Arantxa, ¿la ve usted bien encaminada en su carrera?
R. Arantxa tiene más talento que mi hermano Javier y que yo mismo. Pero en el circuito hay sitio para todo el mundo, y más en el femenino. Creo que Arantxa llegará muy lejos, y en los últimos seis meses ha mejorado espectacularmente. Creo que ella y Conchita Martínez van a dar mucho de que hablar.
Las dos tenistas españolas eran la atracción ayer en París. Arantxa, más conocida, pero Conchita Martínez como máxima sorpresa. No en vano se había presentado en octavos de final tras clasificarse desde la fase previa. Seis victorias en otros tantos partidos era su brillante balance.
P. ¿Y no está usted un poco harto de ganar tan sólo torneos pequeños?
R. Yo tengo muy claro que soy un obrero del tenis. Soy como las hormiguitas: voy cogiendo un poco de cada sitio para llenar mi despensa.
Emilio Sánchez tiene claro en todo momento su condición laboral
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