Saracíbar asegura que la relación con el PSOE mejorará si se respeta la autonomía de UGT
Antón Saracíbar, responsable de organización de UGT, no descarta la presencia de Felipe González en el mitin central del Primero de Mayo organizado por la central socialista, aunque aún no tiene confirmación de quién va a representar al PSOE en ese acto. El dirigente sindical asegura que las relaciones con el Gobierno y el partido socialista no han cambiado ni mejorarán por el hecho de que se reanude el diálogo. "UGT, desde hace tiempo, viene defendiendo su soberanía, su autonomía y el derecho a equivocarse. Si eso se respeta, las relaciones van a mejorar", afirma Saracíbar.
La UGT presentó ayer los actos organizados para celebrar el Primero de Mayo y el centenario del sindicato, que se desarrollarán, entre el 29 de abril y el 2 de mayo, en la Casa de Campo de Madrid, donde todas las federaciones territoriales y de industria preparan exposiciones y pabellones. Saracíbar calcula que va a pasar por el recinto un millón de personas. Al acto inaugural han sido invitados los dirigentes de Comisiones Obreras, cuyo secretario general, Antonio Gutiérrez, ha confirmado ya su presencia.
El mitin fiesta tendrá lugar en. la tarde del 1 de mayo, y en él participarán los representantes del PSOE, las Juventudes Socialistas y el secretario general de UGT, Nicolás Redondo
Sociedad dual
La celebración del Primero de Mayo sigue teniendo para la central ugetista un carácter reivindicativo. En el manifiesto se reclama un compromiso por el empleo bajo el paraguas de la solidaridad, única capaz de evitar una sociedad dual, dividida entre los que tienen empleo y los parados, los que disfrutan de un trabajo fijo y los que están ocupados en situación precaria, una sociedad que permite que un 80% de los jubilados y pensionistas tengan unas prestaciones por debajo del salario mínimo interprofesional.Antón Saracíbar cree que este año se debe reafirmar el protagonismo de los sindicatos, la necesidad de lograr objetivos como la participación en las empresas públicas y privadas y la presencia institucional, que las centrales europeas han logrado hace años. Asimismo, los trabajadores reivindicarán la reducción de la jornada laboral hacia el objetivo de las 35 horas semanales, el aumento de la cobertura a los parados -ahora situada en el 26%- hasta el 48%, y reclamarán al Gobierno un mayor contenido social de su política.
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