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Gil echa a Ufarte del Atlético de Madrid por no aceptar las decisiones de Maguregui

Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, decidió ayer, de manera fulminante, despedir del club al actual entrenador, Armando Ufarte, porque éste se había negado a aceptar las decisiones del que va a ser preparador atlético a partir de la próxima temporada, José María Maguregui. Ufarte apenas ha permanecido tres jornadas al frente del banquillo rojiblanco, para el que Gil le designó tras la destitución anterior del tándem argentino que formaban César Menotti y Rogelio Poncini. El presidente no se recata en afirmar ya públicamente que Maguregui "es el entrenador real del Atlético, aunque no pueda sentarse en el banquillo legalmente por haber dirigido esta temporada al Celta".

Gil no se conformó ayer con destituir a Ufarte como entrenador del primer equipo rojiblanco, sino que le despidió del club. "Es cierto, me han echado del Atlético, porque un profesional nunca puede prestarse a ser el muñeco de nadie", afirmó ayer Ufarte, el técnico destituido, con la misma frase que le dirigió a Gil en la reunión que mantuvo con éste, en presencia de Maguregui, donde se le comunicó el despido.Aunque Ufarte no quiso confirmarlo, fuentes del equipo afirman que en las últimas semanas el tándem formado por Gil y Maguregui había intentado conseguir de Ufarte, sin éxito, que prescindiese en los partidos disputados por el equipo de determinados jugadores (Marcos, Quique Ramos, López Ufarte [aun más], y Abel, para probar a Elduayen) y que alinease a otros que habitualmente no juegan. Se comprobaría así el rendimiento de casi toda la plantilla antes de adoptar la decisión definitiva sobre las renovaciones a final de la presente temporada. En la reunión de ayer, Gil le llegó a decir a Ufarte una alineación concreta y éste le repitió, como ya había dicho a los jugadores cuando se contrató a Maguregui, que "en el vestuario mandan mis cojones".

"Un empleado del club"

Para Gil, el entrenador del equipo es ya José María Maguregui con todas las consecuencias, aunque a efectos oficiales no puede sentarse en el banquillo en lo que resta de temporada por haber dirigido ya al Celta de Vigo. El presidente aseguraba ayer: "En empleado del club, como era Ufarte, debía saber perfectamente sus funciones y si alguien le ha hecho ver otras cosas, es su problema. Al señor Ufarte se le dijo en su momento cuál era su papel, su cometido. Yo no quiero dar bajas a ningún jugador sin saber cuál es su rendimiento porque aquí quien manda ya a efectos técnicos es el señor Maguregui. Quiero hacer un equipo con posibilidades para conseguir en la próxima temporada lo que me ha fallado en ésta, que ha sido una ruina deportiva por culpa de la deficiente preparación física. Ahora quiero tomar con tiempo todas las medidas".Maguregui ha influido en la decisión de Cid. El nuevo técnico se ha sentido incómodo a la hora de comentar sus planteamientos con Ufarte, que no veía con buenos ojos su presencia en los entrenamientos y en los vestuarios. Ufarte se ha negado durante su corto período al frente del Atlético a aceptar incluso cualquier sugerencia de tipo técnico, por mínima que fuese, aunque diversas fuentes señalan que las presiones que ha soportado "para plegarse a las órdenes del presidente y de Maguregui, han sido tremendas".

Ufarte tiene previsto despedirse hoy de los jugadores con los que ha trabajado las tres últimas semanas en el equipo, y que se están acostumbrando con absoluta naturalidad, según uno de ellos, "a todas estas cosas que están pasando en el club".

Mala opinión

La opinión de Ufarte respecto a la actitud de Maguregui es bastante mala, aunque ayer decía no querer entrar en detalles internos. "Si Maguregui acepta lo que le dice el señor Gil, allá cada uno con su responsabilidad, pero yo no me presto a determinadas cosas que afectan a mi profesionalidad.A Gil, que indicó ayer que ningún "interés personal va a privar en esta etapa del club por encima de la propia entidad" le queda por resolver el detalle. burocrático de qué entrenador "empleado", según su denominación se presta ahora a poner el carné y el físico en el banquillo los seis partidos que restan de Liga. Las posibilidades apuntan a alguno de los entrenadores de las categorías inferiores, como Ovejero o Briones. El Atlético recibe el domingo al Las Palmas, y Maguregui, pues comenzará a tener desde ahora mismo el mando técnico absoluto.

Por otro lado, la continuidad del brasileño Alemâo es cada vez más difícil, pues aunque le quedan tres años de contrato pide más dinero y su marcha a Italia parece la única solución.

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