Ramón Mateu se propone como liquidador de su antigua empresa

La junta de acreedores de la desaparecida empresa de transportes Mateu & Mateu se reunirá hoy en el Juzgado número 7 de Barcelona para tomar una decisión sobre el convenio de liquidación de la firma, cuyo pasivo global ronda los 3.200 millones de pesetas. A última hora de ayer sólo existía una candidatura para la comisión liquidadora, presentada por Ramón Mateu quien se propone a sí mismo acompañado por dos abogados y dos acreedores.

Miembros de la rama familiar del difunto Mariano Mateu, hermano de Ramón, intentaban sin embargo articular una candidatura alternativa de última hora.Ramón Mateu está procesado por presuntos delitos cometidos en la gestión de la empresa de transportes, y según los familiares que se le enfrentan "si tomara las riendas de la liquidación le resultaría fácil quedar eximido de responsabílidades".

El árbitro de la situación es el Banco Exterior de España, principal acreedor de Mateu & Mateu con reclamaciones que suman unos 1.300 millones de pesetas. La semana pasada fuentes de la entidad bancaria señalaron su intención de no acudir a la reunión de mañana porque la propuesta única de comisión liquidadora les parecía "parcial", dada la presencia de Ramón Mateu. En los últimos dias ha modificado su postura y hoy estará presente en la reunión, aunque no ha dado a conocer el sentido de su voto.

Ramón Mateu, que fue víctima de un rocambolesco secuestro que le condujo de vuelta a España cuando se encontrada huido en Francia, ha afirmado en diversas ocasiones su confianza en que los tribunales le absolverán de los cargos que se le imputan, vinculados todos ellos con la acusación de quiebra fraudulenta. Mateu & Mateu, firma constituida en 1960 a partir de un pequeño negocio familiar, llegó a ser empresa modélica del franquismo y empleaba, en el momento de estallar su crisis, a 2.000 trabajadores. Presentó suspensión de pagos en 1979, mientras los dos hermanos propietarios, Ramón y Mariano, se acusaban mutuamente de mala gestión. Ambos hermanos huyeron al extranjero ya definitivamente enfrentados. Mariano murió de cáncer, mientras Ramón fue repatriado a la fuerza por dos detectives y dos guardias urbanos vinculados, al parecer, con la otra rama familiar.