El dinero vuelve a retirarse

La reacción de los mercados de valores ante un índice de precios al consumo desfavorable ha sido la de descontar el avance de la jornada anterior, como primera medida. Ahora queda por delante todo un mes para hacerse cargo de la situación e intentar darle importancia a otros factores en los que apoyar la aparente estabilidad del mercado. Hay que señalar, no obstante, que el papel continúa sin ejercer una presión directa sobre las cotizaciones, con lo que ha pasado la responsabilidad de la situación a cargo de los posibles compradores que, en esta jornada no se han prodigado.El nivel del negocio se ha mantenido dentro de los límites de lo que viene siendo habitual, con la particularidad de que en esta ocasión se ha quebrado la larga serie de cierres semanales en los que las últimas posiciones intentaban darle al mercado un tono positivo. Los escasos elementos de apoyo con que contaba el mercado van agotándose poco a poco, aunque ya en ocasiones anteriores se ha puesto de manifiesto la gran capacidad de autodofensa que se puede desplegar.

La anécdota de la jornada estuvo en el creciente volumen de papel que afecta al sector bancario y en el aprovechamiento que algunos valores han hecho de sus pequeñas posiciones compradoras. Los ocho grandes sumaron 372.803 títulos a la venta, con la conocida respuesta de las repeticiones y una cobertura del 50%. El volumen contratado por estos valores ha subido ligeramente, lo que compensará, junto a las aplicaciones, la debilidad negociadora de esta jornada.

Las posiciones al cierre eran vendedoras con muy pocas excepciones, pero sin que se diera presión alguna, es decir, el papel continúa evitando una publicidad que puede resultarle contraria a sus intereses, y para ello se mantiene a la espera.