Los principales líderes rechazan dirigir el PCE, en vísperas del congreso

Julio Anguita y Nicolás Sartorius confirmaron ayer, por separado, su firme decisión de no ser candidatos a la secretaría general del Partido Comunista de España (PCE). Esta situación, unida a la renuncia de Gerardo Iglesias y a los escasos apoyos con que cuenta Francisco Frutos, implica que el PCE carece de candidato definido a la secretaría general, en vísperas de su 12º congreso, que había sido convocado para resolver la crisis comunista y lanzar nuevas ofertas a la sociedad.

Anguita ha encontrado una profunda división de opiniones en las bases del Partido Comunista de Andalucía (PCA). Entre los que se openen a su candidatura figura el propio secretario general del PCA, Felipe Alcaraz, quien sostiene la idea de que Anguita no puede abandonar Andalucía, salvo en una situación excepcional, y ésta no existe porque "hay por lo menos 100 candidatos posibles a la secretaría general del PCE, que son los miembros del comité central".Nicolás Sartorius reafirma su negativa a presentarse. Sartoriu dice encontrarse dispuesto a "estar en la presidencia de Izquierda Unida", pero rechaza la dedicación exclusiva a la política que supone la secretaría del PCE.

A su vez, Gerardo Iglesias no se opone a ningún candidato, pero tampoco va a favorecer opción alguna. El todavía secretario general prepara su regreso a la política asturiana y limita sus ambiciones de esta hora a "despedirse del cargo con dignidad".

Las delegaciones de Madrid y del PSUC preparan, mientras tanto, una contraofensiva de apoyo a Anguita. La delegación madrileña libró anoche una batalla, que terminó con la victoria de las tesis del comité regional, partidario del dirigente andaluz. En la votación quedó en minoría la lista defendida por Marcelino Camacho.

La falta de candidatura a la secretaría general puede convertir en decisivas las negociaciones para el nuevo comité central, órgano encargado de elegir a la persona que ha de encabezar el partido. Todos los dirigentes comunistas han dejado clara su disposición a participar en los trabajos políticos que sean necesarios -excepto el de secretario general-, y tienen buen cuidado en añadir que lo hacen "siempre que no haya personas más adecuadas".

Páginas 14 y 15