Trumbo hizo su mejor partido en el Barça

El partido de ayer en Tenerife abrió una seria duda al entrenador del Barcelona. Aito García Reneses difícilmente podrá cuestionar a partir de lo ocurrido anoche la titularidad de Trumbo. El estadounidense, nacionalizado español, jugó, sin duda, un partido casi perfecto y realizó su mejor actuación desde que milita en el club azulgrana. Su entrenador recordaba que jamás convirtió 42 puntos en un partido y únicamente, hace unos dos años, alcanzó la cifra personal de 38 puntos en una final de la Supercopa frente al Cibona Zagreb (Yugoslavia). Entonces, Trumbo debutaba en su actual equipo y nunca hasta ayer consiguió destacar. A sus 42 puntos hay que añadir en su haber 14 rebotes ofensivos de un total de 20; anotó 17 canastas de 24 intentos. Esta estadística retrata el que puede haber sido uno de sus mejores partidos y desde luego, el más acertado desde que milita en el Barcelona.Por su parte, la afición del Cajacanarias, que ayer abarrotó la cancha, descubrió a su nuevo ídolo: Rickie Winslow que hizo olvidar por un instan te a Eddie Phillips, separado del club en los primeros días de este año. El flamante fichaje americano del conjunto canario sobresalió por sus 31 puntos, 11 rebotes (cuatro de ellos en ataque) y por varias jugadas espectaculares, con sello de NBA, que hicieron vibrar a la afición y desconcertaron al Barcelona. Una fulgurante reacción de Winslow en los primeros diez minutos de la segunda fase, en que el Cajacanarias mejoró en defensa, hizo posible que el conjunto local se acercara a sólo dos puntos del Barcelona (84-86), gracias, especialmente, a la racha encestadora del americano que consiguió 19 puntos de un tirón.

El Cajacanarias se había retirado en el descanso con 18 puntos en contra (45-63). El momento crítico que vivió el Barcelona en el minuto 30, motivado por la inspiración del conjunto de Rizo, apoyado básicamente en la explosión de Winslow, fue cortado de raíz por Aito al sustituir en el marcaje del americano a Sibilio por Jiménez. El ataque del Canarias bajó a partir de ese momento no tanto por la acción de Jiménez sobre el ala pivot norteamericano sino por el déficit reboteador local que volvió a registrar el Cajacanarias en los últimos diez minutos del partido.

El Barcelona, que se consolidé ayer como líder imbatido de la A-1, sufrió para vencer al Cajacanarias, un equipo en formación tras el despido de la pareja Phillips-Harper, según reconoció el entrenador catalán. En opinión de Aito, el Cajacanarias ha perdido en altura pero ha ganado en velocidad. El club lagunero volvió a deslumbrar a su adversario en algunas ráfagas del partido con esa vena loca que ha servido para derrotar a equipos superiores. Ayer esta chispa espontánea no fue suficiente para vencer a un Barcelona muy superior al cuadro de Rizo. Pero la afición local soñó, a falta de diez minutos para el final, momento en que su equipo acortó a dos puntos la ventaja del Barcelona, en una victoria casi imposible. Para ello faltó algo más de rebote y sobró Trumbo.