Grunfeld, sumo y sigue

LEONTXO GARCÍA A la vista del marcador, Karpov deberá pensar con cuidado el planteamiento de la. quinta partida. Ante todo, tiene: que determinar cual será su primera jugada. Si se decide por adelantar dos pasos el peón de dama, es muy probable que Kasparov repita la defensa Grunfeld, que debe su nombre a un gran maestro austríaco de nuestro siglo.

Según el planteamiento clásico de la estrategia ajedrecística, el bando que logra ocupar el centro con sus peones tiene ventaja. Todo esto es pura teoría. En la práctica, la terquedad de Kasparov al plantear la Grunfeld no concuerda con la estadística. Durante el encuentro del año anterior, celebrado en Londres y Leningrado, el campeón utilizó esta defensa nueve veces, con seis empates y tres derrotas, de las que dos fueron en las partidas 17 y 19, después de que Kasparov llegara a tener tres puntos de ventaja en el marcador.

Puede asegurarse que el equipo de analistas del aserbayano ha invertido cientos de horas durante los últimos meses en analizar a fondo los entresijos de la Grunfeld. Por eso, Kasparov se atrevió a jugarla en la partida inaugural de este encuentro y a repetirla en la tercera. Sobre todo en ésta, el campeón apenas tuvo problemas para igualar con las piezas negras, lo que dice mucho en favor de su. preparación técnica. Por otra parte, parece que Karpov no esperaba esta obstinación por parte de su adversario, a juzgar por la conservadora réplica que eligió en ambas, ocasiones.

Pero el encuentro va a durar probablemente más de dos meses y el equipo de analistas de Karpov puede encontrar uno o varios antídotos en ese tiempo. Ahora bien, el problema inmediato para el aspirante es decidir corno abrirá la quinta partida. La alternativa principal es salir con el peón de rey pero, en cuanto la piense, un triste recuerdo saltará en su cerebro: las dos últimas veces que jugaron la apertura española (Leningrado, partidas 14 y 16) Kasparov logró dos victorias.