La Real Sociedad dio un repaso al Español de Javier Clemente

Antoni Baró, presidente del Español, aseguraba que "en mis 30 años de abogado no he visto un caso igual" al referirse a la sanción federativa de Valverde y Soler. "Es difícil entender", añadía Baró, "que después de una ejecución se pueda apelar y no antes". Los aficionados blanquiazules, que no entienden de burocracia y sí de goles, quizás también tardarán 30 años en comprender como un equipo que fue vino de los gallitos del fútbol español la temporada pasada saliera goleado por otro que hasta ayer no levantaba cabeza. El repaso que la Real Sociedad le dio al Español fue tan grande que no valen paliativos. Curiosamente, el próximo rival del conjunto blanquiazul en la Copa de la UEFA, el Borussia de Moenchengladbach, ganaba ayer por 8 a 2 al Hamburgo.

A Javier Clemente, técnico blanquiazul, seguramente se le encendió ayer la luz roja en el banquillo y quienes desplegaron aquella pancarta en las gradas en la que se podía leer "Ser del Barça, ¿para qué? Vive la vida", bajaron automáticamente de la nube en que se encontraban.

La Real se presentó en Sarria con su armazón habitual de cinco defensas, con Larrañaga de jefe del cotarro, tres centrocampistas y dos delanteros. Demasiado para un Español que perdió los nervios enseguida y se limitó a colgar balones, a ojo de buen cubero, sobre el área de Arconada. Controlando el balón desde atrás y triangulando a la perfección, la Real Sociedad llegó a la meta de Nkono todas las veces que quiso.

Fueron cuatro goles pero pudieron ser más de no haber estado allí Nkono, que tuvo que detener balones hasta con la cara. Las escasas oportunidades de las que dispuso el Español las falló estrepitosamente, porque ni Pineda ni Losada tuvieron su noche, especialmente el último. En el colmo de los desaciertos, los hombres de Clemente fallaron hasta un penalti.