Corgos se quedó en los 7,60 y confirmó su ocaso

Antonio Corgos confirmó ayer su ocaso. A los 27 años volvió a quedarse fuera de una gran final de longitud, cuando hasta el año pasado, en que no pasó a la final de los Europeos de Stuttgart, era un hombre fijo en la disputa de las medallas. En los Juegos Olímpicos de Moscú 80 y Los Ángeles 84, en los Mundiales de Helsinki 83 y en los Europeos de Atenas 82 -donde fue tercero- había sido siempre uno de los hombres a batir en el salto de longitud. Ayer no pasó de los 7,60 y se quedó fuera de la final. Lo más grave es que desde 1980 no mejora su marca, 8,23, récord de España.Corgos fracasó. Hizo 7,46, un nulo en el que se lastimó, y 7,60. Se le pedían 7,95 para estar hoy en la final. Le han faltado competiciones. Se ha pasado la temporada lesionado, como casi siempre, pero no quiere excusas: "A estos campeonatos hay que venir en buena forma. Y yo, a cada salto lo he hecho peor. Pero no me arrepiento de haber aceptado participar, porque de toda derrota se pueden sacar consecuencias".

Corgos se ganó un puesto en los Mundiales cuando el pasado mes, en los Campeonatos de España, saltó 7,97. Venía de la República Federal de Alemania, donde se le había tratado de poner remedio a sus continuas lesiones, que esta temporada le obligaron a hacer más triple salto que longitud, ya que los dolores le venían cuando tiraba del cuerpo hacia arriba para iniciar el salto, movimiento que en el triple no se realiza por ser los saltos más horizontales.

En la jornada de ayer también participó Ana Isabel Alonso en la final de los 10.000 metros, prueba que se incluye por primera vez en los Mundiales y que el próximo año será olímpica. Anduvo bastante bien hasta el final de la prueba, en que se hundió. Fue 19º sobre un total de 21 participantes.