El vandalismo presidió el inicio de la Liga holandesa

Los actos de violencia y vandalismo marcaron la primera jornada de la Liga holandesa, que se saldó con la destrucción de un autobús y un tren y la detención de más de 60 personas. Responsables federativos reconocieron que el plan antiviolencia aplicado por primera vez esta temporada funcionó a la perfección en el interior de los campos, pero nada se pudo hacer para calmar los ánimos de hinchas exaltados a la salida de los partidos.

Así, seguidores del Eindhoven apedrearon un tren especial de hinchas del Den Bosch, con el resultado de dos heridos y serios destrozos en numerosos vagones.

Otro incidente fue el causado por los seguidores del Feyernoord, que jugó contra el Willem II, cuando los 60 ocupantes de un autobús destrozaron minuciosamente el interior, una vez que impidieron por la fuerza a dos policías que subieran al vehículo. El conductor del autobús no se amilanó, y en vez de conducir a los jóvenes a su destino los depositó en el puesto de comisaría de la ciudad de Tilburgo, donde fueron detenidos.

A la salida de los estados, hinchas del Willem II y el Feyenoord se enfrentaron con dureza, al igual que los del Eindhoven y Den Bosch, sin que la policía lograra en muchos casos detener las peleas.

En otras ocasiones, según testigos presenciales, los hinchas que se peleaban entre sí pasaron a hacer frente común contra la policía cuando ésta hizo acto de presencia.

Las medidas de seguridad en los estadios, que entraron en vigor en los partidos del fin de semana, consisten en controles de identidad a la hora de adquirir los billetes y en registros en la entrada. Los clubes holandeses cuentan para esta temporada con detalladas listas negras de posibles alborotadores, cuyo acceso a las gradas puede ser prohibido.